Las olas de As Furnas lloran a Sampedro

ANTÓN PARADA PORTO DO SON / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Amigos y familiares se dieron cita en Xuño para rendirle homenaje a través de música y recitales de sus poesías

15 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A medida que el furioso oleaje impactaba contra las piedras de la playa sonense de As Furnas, de algún modo parecía que el mar estaba presagiando el inicio de un sentido réquiem, cuyos compases devolvían a la arena regueros de espuma que, de haber pertenecido a una persona, bien podrían haberse tratado de lágrimas. Esas eran las mismas piedras que fueron testigo del accidente que ató a la cama a Ramón Sampedro por el resto de su vida y, como cada enero desde hace cerca de dos décadas, sus amigos y familiares se reunieron en Xuño para rendir homenaje al valiente sonense.

«Na lembranza de todos aqueles que como Ramón estiveron e están condenados pola obriga social a subsistir baixo a Negra sombra», con esas palabras, Xosé Lois Villar daba comienzo al acto que arrancó con la melodía que Pascual Veiga compuso para los versos de Rosalía. Como un murmullo creciente, la voz de los asistentes comenzó a imponerse sobre la de la canción hasta fundirse en un canto de libertad a aquel que fue el primer español en solicitar el suicidio asistido, al quedarse tetrapléjico. Acto seguido, se escuchó el fragmento de la cinta Mar adentro que recrea el momento en el que Sampedro toma el cianuro.

Un mar de flores

El tributo tuvo como protagonistas a tres sobrinos de Sampedro, que leyeron cada uno un poema de su tío. «Basta un instante para saber onde hai un ser humano, alí onde haxa ternura», clamó José Crujeiras, ante las líneas de Basta un instante. «Crer sempre crer, que morrer é empezar a vivir», evocó Adrián Sampedro recitando Razón sempre razón, para que le siguiesen los inmortales versos de «pareces una erótica y frenética bailarina, yo me dejo querer como un vanidoso amante por tus tiernas caricias», que Martín Casais recuperó de Enamorar.

Para finalizar el acto, cada uno de los asistentes arrojó al mar un clavel que habían recibido previamente de la asociación organizadora de la jornada, Dereito a Morrer Dignamente. Precisamente, el miembro Pepe Vila aindicó que en marzo tendrá lugar una asamblea ordinaria y otra extraordinaria para elegir a la nueva directiva del colectivo que lucha por legalizar la eutanasia.