El perfil falso de las redes sociales

Francisco Brea
Fran Brea CRÓNICA

BARBANZA

12 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que todos tenemos un perfil bueno -o menos malo- que buscamos que nos fotografíen cuando nos vemos ante una cámara. Esa instantánea será la elegida, seguramente, para enseñar en las cuentas que podamos tener en las diferentes redes sociales. Porque, ante todo, cuando nos mostramos al mundo hay que aparentar. Todos sabemos que ninguno es tan guapo como aparece en su foto de perfil, ni tan feo como sale en la que ilustra el DNI, pero hoy en día la que más se ve es la que está en Internet, así que en la Red tenemos que vernos bien. El problema de aparentar es que después, cuando hay que dar la cara de verdad, a veces se cae la careta o, simplemente, se cierra la boca para seguir estando guapo.

Las redes sociales son muy cómodas para ciertas cosas, aunque también constituyen un peligro para otras. En este sentido, la facilidad que ofrecen para insultar, desacreditar y, básicamente, tocar las narices al prójimo es muy tentadora.

Desde el sofá de casa, con el ordenador en las piernas o tomando un café agarrando el móvil, lanzar la piedra y esconder la mano es muy fácil. Sabes que, en ese momento, no vas a recibir un golpe ni a oír un grito. Como mucho, contestarán a tu publicación y tendrás tiempo para responder.

Tengo que reconocer que me sorprendió un poco el transcurrir de la asamblea que el martes celebró el Boiro. Tras la marcha del técnico José Luis Lemos, en Internet se pudieron leer todo tipo de comentarios. Muchos de ellos defendiendo al entrenador y, a la vez, atacando a la actual directiva. Pidiendo dimisiones y hablando de que el club va a la deriva. No me voy a meter a valorar la gestión de las personas que dirigen la entidad ni si la decisión que tomó el entrenador fue acertada o no. Lo que personalmente me llamó la atención es que después de la tormenta que se generó en la Red, el martes no hubiera demasiada gente en un acto en el cual la junta gestora se sentó solo con una mesa de escudo para dar explicaciones y responder preguntas. Había sillas vacías y ninguno de los asistentes pidió la dimisión de nadie. No piensen que me esperaba gresca para luego poder escribirla en este periódico. Me la esperaba porque, viendo las muchas opiniones reflejadas en las redes sociales, se suponía que había mucha gente descontenta.

Además, se había anunciado que el club iba a convocar elecciones a la presidencia. ¿Alguno de los que pidió la salida de la directiva tenía pensado dar un paso al frente y optar al puesto, o ahora solo se dicen las cosas sin más? Muchos no podrían acudir a la asamblea por diferentes motivos, pero me cuesta creer que fuera el caso de todos. Esto pasa en todos los ámbitos, es ya algo habitual. Por eso, al final, todos los perfiles que creamos tienen su parte falsa.