Tino Viéitez: El editor que sacó a flote el Santa Isabel

marina santaló VILAGARCÍA / LA VOZ

BARBANZA

MONICA IRAGO

Es el comisario de una exposición que quiere poner en valor la historia del buque

12 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tino Viéitez lanza al aire una de esas preguntas de las que no se espera respuesta. Es unas de esas cuestiones metafísicas en las que uno, sin decirlo, evidencia su incomprensión ante las cosas que acontecen en el mundo. La respuesta no la espera porque la concede él mismo. Es tan poética como la pregunta: «Nos sobra olvido y nos falta orgullo». El periodista y editor pontevedrés llegó ayer a Carril para presentar la exposición en la que lleva trabajando los últimos dos años. Una muestra sobre el naufragio del Santa Isabel, el buque que se hundió frente a la isla de Sálvora. Lo que espera de esta exposición es que haga innecesaria esta aclaración. «Sobre el Titanic no hace falta concretar más. Y la historia del Santa Isabel si no la supera, la iguala», afirma. Se mueve entre la incomprensión y la indignación: «pasa en cualquier otro país y lo convierten en historia, cultura y turismo».

El interés de Viéitez por el fatídico naufragio acontecido en 1921 comenzó mucho antes de que empezase a trabajar en la exposición que ahora llega a Carril. Echa la vista atrás para ordenar los acontecimientos: tenía 14 años cuando su cuñado organizó la primera quedada anual para pescar en la isla de Sálvora. Acudía allí como podía haber ido a cualquier otro lugar. «Diez años después, hablando con una armador de Cambados, me di cuenta de que el sitio al que íbamos a pescar era donde se hundió el buque», relata Viéitez. Le cogió por sorpresa. Una sensación que despertó en él ese interés por conocer (y dar a conocer) la historia del Santa Isabel. «No entendía que la historia hubiese caído en el olvido», indica. A la sorpresa le prosiguió la incomprensión.

Esa fortuita conversación fue el comienzo de la exposición. Por aquel entonces Viéitez solo pensaba en el libro que tenía en mente, pero todo ese trabajo previo de investigación es la mejor base para el proyecto del que ahora es comisario. «Lo del libro es una buena anécdota», recuerda. «Cuando ya lo tenía preparado, con prólogo de Mariano Rajoy, lo llevé a una imprenta a Vigo. Vaya sorpresa que recibí cuando me dicen que les acababa de entrar un libro de la misma temática. El buque olvidado me hundía con él», afirma. Con humor. Ese otro libro no es otro que Sálvora, memoria dun naufraxio, de Xosé María Fernández Pazos. Viéitez optó por no publicar el suyo. «No tenía ningún sentido», señala.

El Naufragio

Es sumergirse en la historia del naufragio, y Viéitez no sabe por donde empezar. Acumula tantos datos y anécdotas que el tiempo siempre parece insuficiente. «Al pegar contra la roca se abrieron tres boquetes en el barco. La mayoría de los pasajeros de tercera clase fallecieron en las propias literas. De los demás, solo se salvaron las personas que nadaron hacia mar adentro y las que embarcaron en el bote ocho, que fue rescatado por los vecinos de la isla que salieron al mar», indica.

De los 270 pasajeros registrados, falleció una cifra muy elevada: 213. «Las olas eran de entre siete y ocho metros de altura, la historia es sorprendente. Hay muchos héroes, entre ellos, los vecinos y Luís Cebreiro, el hombre más condecorado de la Marina Mercante Española hasta el momento», relata Tino Viéitez. Lo hace con el con el ímpetu de quien quiere inmortalizar un acontecimiento.

Le sorprende que el naufragio en Sálvora no tenga la misma repercusión que el Titanic