Los mejilloneros de la ría de Muros-Noia trabajan ya a pleno rendimiento

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

sande

La apertura del mayor polígono de bateas permite sacar al día unas 280 toneladas de molusco

09 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras cuatro meses de paro forzoso debido a la existencia de toxina, los bateeiros de la ría de Muros-Noia ya pueden volver a trabajar, y lo hacen a pleno rendimiento. Como afirmaban ayer desde la entidad que agrupa a los profesionales del sector, el tiempo apremia porque, debido al largo período que ha permanecido en las cuerdas el molusco, está bastante débil y la sucesión de temporales que se registra desde hace unas semanas amenaza con dar al traste con la cosecha.

Como si de un regalo anticipado de Reyes se tratase, el pasado miércoles se levantó el cierre por marea roja en el mayor polígono de bateas que hay en la zona, el Muros B, en el que se concentran más de medio centenar de estructuras flotantes. Fuentes de la asociación indicaron que cada jornada de actividad se están sacando unas 280 toneladas.

Abastecer a la industria

Una docena de camiones cargados de molusco salen cada día desde el puerto de Muros con destino a las fábricas que demandan la mercancía. Además, según indicaron en la agrupación, otras 40 toneladas se extraen de las cuerdas para su comercialización en fresco.

Ayer, la actividad fue incesante en el muelle muradano a lo largo de todo el día y se espera que la situación continúe así hasta que se haya sacado buena parte del bivalvo. De hecho, desde primera hora de la mañana las embarcaciones atracan en la dársena cargadas de mejillón para ser introducido en los camiones. El principal objetivo es conseguir que se pierda la menor cantidad de mercancía posible.

Los profesionales confiaban en que la apertura se hubiera producido el pasado otoño, para poder comenzar a vender en la campaña navideña. Sin embargo, una vez más, la toxina les jugó una mala pasada. Esta situación afectó a una treintena de bateeiros que tienen estructuras flotantes en la zona, y todos ellos indican que este año el molusco estaba en óptimas condiciones.

La próxima campaña

El tiempo apremia no solo por la necesidad de comercializar el bivalvo, sino también porque el sector debe comenzar a preparar la próxima campaña.

Durante el prolongado período de inactividad, los bateeiros de la ría de Muros-Noia efectuaron los desdobles permitidos por la Consellería do Mar. Sin embargo, el hecho de no poder coger el molusco de las cuerdas limitaba su capacidad de actuación.

Esta fue la única zona que se vio afectada por la toxina, después de que en la ría de Arousa pudieran comenzar a trabajar con normalidad.