Los participantes pudieron elegir entre una ruta de 30 kilómetros y otra de 42
08 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A pocos minutos de que el reloj marcara las nueve de la mañana de ayer, los 400 participantes de la octava Ruta BTT do Nadal de Ribeira ya estaban listos para tomar la salida de la prueba. El punto de partida fue A Fieiteira, desde donde arrancaron para despedir la Navidad dando pedales. Los deportistas pudieron elegir entre completar dos recorridos, uno más corto de 30 kilómetros y otro de 42, que fue la elección de la mayoría de ciclistas. Aunque esta no es una cita en la que prime la competición, sí se tomaron tiempos. Borja Liñayo se coronó como el más rápido en la ruta corta y Alejandro González hizo lo propio en la larga.
En el primer caso, Liñayo empleó 2 horas, 6 minutos y 10 segundos en completar el trazado. Dos minutos más tarde entró en meta Javier Ángel Gómez, y el podio lo completó Roberto Lojo Piñeiro, parando el crono en 2 horas, 13 minutos y 21 segundos.
Por su parte, Alejandro González se impuso con un tiempo de 2 horas, 22 minutos y 41 segundos. A casi tres minutos del ganador finalizó la ruta Iván Pereira, del club Castro Barbudo. La disputa por la tercera plaza fue emocionante, ya que tan solo hubo 19 segundos de diferencia entre el que finalmente la ocupó, Javier Fuentes, y Antonio Oujo.
En la categoría femenina, Sonia García fue la más rápida en la carrera de 30 kilómetros, seguida de Verónica Rama. Vanessa Olveira, con un tiempo de 3 horas, 21 minutos y 39 segundos, se convirtió en la primera mujer en completar los 42 kilómetros. Detrás de ella finalizaron la prueba Lara Lois y Natalia Raña.
Un recorrido atractivo
El trazado contó con ciertas variaciones con respecto al año anterior, pero lo que no cambió fue su atractivo para los deportistas. Tanto por el recorrido en sí como por los puntos de interés por los que transcurrió, la Ruta BTT do Nadal de Ribeira volvió a ser un éxito. Los ciclistas pasaron por lugares emblemáticos del municipio como, por ejemplo, la senda del río Arlés, el dolmen de Axeitos o el mirador de Pedra da Ra.
Además, la organización tenía todo previsto para que los participantes solo tuvieran que preocuparse por pedalear. En dos puntos se ubicaron sendos avituallamientos líquidos y también hubo otro de alimentos sólidos. Asimismo, los deportistas contaron con asistencia técnica durante la prueba para solventar averías.