Carta de Ribeira al Apalpador

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

BARBANZA

21 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Qeuerido Apalpador, este año he sido un municipio muy bueno: me he lavado el dolmen de Axeitos todas las noches, la palmera de mi Ayuntamiento luce más grande que los árboles de A Pobra (ellos dicen que el tamaño no importa, ¿qué iban a decir con esos arbustos tan pequeños que tienen?), me he alisado las dunas con el peine del viento cada mañana y, aunque cada vez parezcan más alopécicas, no he dejado subir a nadie. También he empezado mi propia operación bikini volviéndome más peatonal, me está costando, ya sabes que estos sacrificios… Ojalá quede bien y anime a la gente a gastar un poquito más aquí y menos en Amazon, así la señora Puri podrá comprarle una bici al niño, que yo creo que al señor Amazon ya le llega con sus 15 aviones privados, ¿no? En fin, ¿qué sabré yo de macroeconomía si solo soy una «muy noble, muy leal y muy humanitaria ciudad», como me dijo Alfonso XIII?

Pues cuando me apalpes las parroquias y compruebes que fui relativamente buena, me gustaría pedirte un par de regalos: soluciona lo de la EDAR, haz el favor, o en caso de que no puedas, instala una mofeta perpetua en el dormitorio del responsable, que están los de allí pasándolo malamente. Arréglales también la luz a los de Aguiño, ¡que en cuanto un mirlo aletea allá les va la corriente!

Sobre todo, haz que le vaya bien a la gente que se siente sola en estas fechas… y, si no es mucho pedir, un certamen literario, a ver si así alguna de las líneas que pintamos en las frías noches de enero están hechas con ternura y lápiz, no con tarjeta y nieve. Ya hay camellos, faltan poetas.