Los barbanzanos gastaron cerca de siete millones de euros en la lotería navideña

Álvaro Sevilla Gómez
á. Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El desembolso medio por persona asciende a los 69,58 euros, frente a los 69,24 invertidos en la zona en el 2016

21 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde 1771, los niños del colegio madrileño de San Ildefonso se encargan de extraer los premios de la lotería de Navidad, y lo volverán a hacer mañana en el Teatro Real de la capital española. Llevan desde principios de noviembre ensayando, aclarando sus voces, midiendo cada palabra. El sueño de todos ellos es sacar el gordo, y el deseo de miles de barbanzanos, que corresponda con alguno de los números que han comprado. En total, en la comarca se han gastado casi siete millones de euros en décimos y participaciones. La suerte dirá si los sueños se convierten en realidad.

Que la venta de lotería crece lo atestiguan los loteros barbanzanos, que han visto como 2017 ha sido el mejor año después de la crisis económica. El peor momento, reconocieron varios, correspondió con el 2010 y el 2011, momento en que miles de décimos tuvieron que ser devueltos. Las subidas lógicamente cambian en cada administración. Hay quien habla de un crecimiento de un 10 %. A pesar de que la cifra puede variar, todos atestiguan el alza, con excepción de una minoría que asegura que las transacciones se mantienen estables desde hace años.

Por vecino

Este año, el gasto medio por persona asciende a los 69,58 euros, por los 69,24 del 2016. Una variación que puede parecer poca, pero que al multiplicarla por la población potencial que ha comprado un décimo arroja una alteración de miles de euros. Lo que se mantiene estable, afirman profesionales barbanzanos del sector, es la venta de lotería por parte de asociaciones, clubes deportivos y entes sociales.

Loteros de la comarca confirmaron el aumento de las ventas en bares, tendencia que aumentó a partir de la primera quincena de diciembre. Esta semana, las principales administraciones, han contado con un trajín continuo de vecinos que visitaban las oficinas para llevarse alguno de los números que quedaban.

Mientras los niños del colegio San Ildefonso se aclaran las gargantas, miles de barbanzanos seguirán el sorteo en sus teléfonos, en la tele o en la radio. Esos siete millones de euros invertidos por todos pueden convertirse en cientos si la suerte acompaña.