Barbanza perdió una de cada tres oficinas bancarias desde el 2006

X. R. Alvite, J. M. Sande, A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

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La ratio de habitantes por sucursal en la zona supera la media gallega y provincial

07 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis económica ha pasado una importante factura a los bancos. La caída del volumen de depósitos, el descenso en las operaciones y las fusiones de sociedades, entre otras cuestiones, han tenido un reflejo negativo, que se ha materializado en la pérdida de puestos de trabajo e, incluso, en la desaparición completa de entidades. También se ha traducido en el cierre masivo de oficinas, del que la comarca barbanzana es un claro ejemplo. De hecho, en la última década han desaparecido una de cada tres de las sucursales distribuidas por los municipios de la zona.

De esta forma, se ha pasado del casi centenar que se contabilizaban en el 2006 a las 63 actuales. Un número que, previsiblemente, continuará bajando a corto plazo, habida cuenta de los movimientos que siguen produciéndose en el sector financiero.

Aunque es en el entorno rural donde más repercusión tiene el cierre de oficinas -por la existencia de clientes de edad avanzada que están poco habituados al manejo de los servicios en línea que ofrecen las entidades- son los municipios más urbanos los que han sufrido la desaparición de un mayor número de sucursales. Es el caso de Boiro y Noia pero, principalmente, de Ribeira, donde han cerrado la mitad, pasándose de las 24 del 2006 a las 12 actuales.

Drástica ha sido también la reestructuración sufrida en Carnota, A Pobra y Rianxo cuyos vecinos han visto como cerraban sus puertas tres de los ocho despachos bancarios que tenían hace tan solo una década.

Peores cifras

Aunque el cierre de oficinas ha sido una constante en la comunidad autónoma durante los últimos años, lo cierto es que la reestructuración del sector financiero deja más tocada a la zona barbanzana que al resto de comarcas gallegas.

De hecho, mientras la ratio de habitantes por oficina se sitúa a nivel provincial en 1.523 personas, y en el ámbito regional en 1.605, en el área de influencia de esta edición se dispara hasta los 1.873 potenciales clientes por cada una de las sucursales que continúan operativas. Hace una década, esta cifra era de menos de 1.300 usuarios por despacho.

Pese a todo, como reconocen los empleados de varias entidades financieras presentes en la comarca, el cierre de oficinas apenas ha tenido repercusión en la actividad diaria de las que permanecen en activo. «É certo que fixemos novos clientes a raíz do peche doutras entidades, pero o traballo de oficina tampouco medrou tanto. Tamén é verdade que os cidadáns cada vez acoden menos ás entidades, porque parte das xestións poden facelas dende o ordenador ou o móbil», apunta uno de ellos. Incluso, muchas sucursales poseen cajeros en los que cada vez pueden realizarse más trámites.

El cierre de las entidades suscitó protestas en varias localidades

El cierre de oficinas bancarias suscitó protestas en varias localidades de la comarca porque los vecinos consideraban que se quedaban sin una prestación que consideran necesaria y porque se veían obligados a desplazarse.

Carreira. El anuncio de la desaparición de la oficina de Caixa Galicia en Carreira sacó a la calle a los vecinos en el 2008.

Lira. Los residentes en Lira se movilizaron en el 2009 en protesta por la desaparición de la sucursal de Caixa Galicia. Pese a ello, se quedaron sin servicio.

Cabo de Cruz. No hubo movilizaciones en Cabo por el cierre de La Caixa en el 2010, pero sí numerosas quejas.

Corrubedo. Los ciudadanos de Corrubedo se unieron en el 2011 para evitar quedarse sin sede bancaria, aunque sin éxito.

Xuño. Los vecinos perdieron en el 2012 la oficina de Novagalicia, pero otra entidad ocupó su lugar.

Sobrevivir

Las entidades bancarias tampoco se han librado de los zarpazos de la crisis, y mientras unas sucumbieron, otras decidieron aliarse para poder seguir a flote y, las menos, salieron airosas e incluso reforzadas. El resultado se puede ver en cualquier municipio de la zona, donde muchas sucursales han cerrado, y hay un buen número que tienen todas las papeletas para hacerlo en breve.