Rianxo promociona su encanto natural

La Voz

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Propone para el macropuente cinco recorridos que combinan medio ambiente y arqueología

05 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya tiempo que el senderismo se ha alzado como un de los puntos fuertes del turismo en Barbanza. La fusión de mar y montaña con incontables restos arqueológicos hacen de la comarca un territorio ideal para caminar y descubrir tanto parajes naturales como tesoros patrimoniales. Conscientes de ello, los concellos diseñan rutas que ponen al alcance de los senderistas mediante aplicaciones de Internet. Rianxo ha optado por promocionar seis de cara al macropuente que se avecina, ofreciéndolas como alternativa de ocio para aquellos que se animen a visitar la comarca o para los propios barbanzanos.

Una de las rutas propone descubrir los paisajes que va dejando a su paso el río Te. Se trata de un recorrido lineal, de 4,7 kilómetros, considerado de dificultad baja. Arranca en la desembocadura del río y concluye en el área recreativa de As Miráns.

Para aquellos que no tengan demasiada práctica en el senderismo están también indicados la ruta por la senda litoral de Taragoña, que arranca en el muelle de Setefogas y tiene 6 kilómetros de recorrido; y el Roteiro Arqueológico. Este parte del IES Félix Muriel y discurre por el conjunto de mámoas del monte de A Pena, los petroglifos de A Foxa Vella y la necrópolis de Os Campiños.

Ladillo

De dificultad media y un recorrido mayor, de 14 kilómetros, es la Ruta das Tres Cruces. Se trata de un recorrido circular que empieza y concluye en la escuela de Quintáns, para adentrarse en la desembocadura del río Ulla. El castro de As Cercas y las Tres Cruces figuran entre los puntos más destacados.

Y ya para expertos caminantes, debido a su desnivel, es la ruta del pico Muralla. Arranca en A Ermida, donde se conserva un conjunto de molinos de cubo, y asciende por O Treito y Campelo hasta llegar a la cima de un monte que permite divisar la ría de Noia, la isla de Arousa y las torres de la catedral compostelana. Tiene 14 kilómetros.