El auge de las apuestas entre menores alarma a educadores y entrenadores

s. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

Jóvenes de 16 y 17 años son el colectivo más propenso a iniciarse en estas prácticas

26 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Facebook e Instagram son un gran problema, pero o que máis nos preocupa é o aumento de adolescentes que están enganchados ás apostas deportivas». Ese es el testimonio de la directora de un centro educativo barbanzano con más de 30 años de experiencia. No es la única que comienza a preocuparse por una tendencia sobre la que todavía no hay estudios cerrados.

El abuso de las apuestas, explican profesionales de la zona, se centra en los jóvenes de entre 16 y 17 años. No son mayoría, reconocen, pero no por ello miran hacia otro lado. «Es una realidad. A pesar de que apostar está prohibido para los menores, no está controlado en ningún sitio. Hay máquinas en establecimientos a los que acceden con total libertad», reconoce el responsable de un club de fútbol de Boiro, que asegura que entre las filas de alguno de sus equipos también hay menores aficionados al juego.

La orientadora del CIFP Coroso, Cecilia Lois Areán, confirma esta realidad, aunque apunta que en el caso de su centro lo peor ya ha pasado: «Este curso non estamos detectando tantos problemas como nos anteriores. Antes xogaban moitísimo, diariamente. Non só eran apostas deportivas, tamén o facían ao bingo a través do teléfono, incluso durante a clase». En su centro, que da cabida a jóvenes llegados de todos los puntos de la comarca, asegura que la moda ha pasado: «Seguramente queden algúns, pero non é coma antes. A estas alturas do curso non se comenta tanto coma antes».

El gancho, apunta, está en los personajes famosos que dan su imagen para promocionar casas de apuestas o juegos a los que se accede a través de Internet. «Hay muchos que ya lo hacen diariamente. En nuestro caso empiezan a partir del primer año de juveniles, antes es muy difícil. No le meten mucho dinero, pero un eurito al día no se lo quita nadie, algunos incluso algo más», reconoce uno de los responsables de un club de fútbol de Ribeira, que asegura que la falta de control, y la emoción de ganar una buena suma, motiva que las apuestas atrapen: «La mayoría mete dinero a fútbol, aunque también hay alguno que lo hace a galgos y otros deportes».

En el lado opuesto se encuentra el director del Virxe do Mar, en Noia, Xavier Castro, quien apunta que «nós non o detectamos. No noso centro teñen prohibido saír no recreo. O que fagan fóra do horario escolar xa non o podo valorar».

El ribeirense Olegario Sampedro es una de esas personas que no necesita presentación. Psicólogo, pedagogo, directivo de Renacer y director del IMER (Instituto de Mediación Educativa), lleva más de media vida trabajando con jóvenes. Conoce de primera mano los problemas que comenzaron a surgir con la puesta en marcha de grandes casas de apuestas que ubicaron sus locales y máquinas en toda la comarca. Además, apunta hacia Internet como uno de los grandes problemas, ya que enmascara las adicciones y las mantiene en el anonimato.

«No IMER, por petición dos propios pais, xa organizamos unha charla para abordar as apostas en menores. O xogo a través de Internet é outro problema que aínda non está cuantificado e que move millóns de euros», apunta el barbanzano, quien lamenta: «Ninguén repara na prevención ata que a adicción se converte nun problema. Hai que seguir a evolución do fenómeno. En principio pode tratarse dunha moda».

El dinero fácil es el principal atractivo, ya que no se necesitan sumas altas para ganar una paga extra: «Hai quen xoga un euro, pero tamén os hai que gastan máis. Ao final o mecanismo é o mesmo que o das máquinas comecartos». Sobre las apuestas y juegos a través de Internet, afirma que son aún más peligrosos, ya que es muy complicado controlarlos: «Engánchanse cos bonos. Hai que intentar que os adolescentes utilicen as tecnoloxías en puntos comúns da casa. Se os pais ven que intentan esconderse é por algún motivo».