El primer temporal del otoño dejó sin luz a más de 4.000 vecinos

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Inundaciones, árboles caídos y rachas de viento de 100 kilómetros por hora fueron las principales incidencias

23 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer temporal importante de este otoño ocasionó un reguero de incidencias en Barbanza. El viento dejó sin luz a más de 4.000 vecinos, repartidos entre Porto do Son, Outes y Noia. Las inundaciones en plazas y carreteras obligaron a extremar las precauciones a peatones y conductores. La lluvia estuvo acompañada por un viento que sopló desde primer hora de la mañana y que superó los 100 kilómetros por hora en Lousame y Carnota.

Lo más destacado fueron los casi 2.000 residentes en Porto do Son que sufrieron averías en el suministro eléctrico durante la tarde de ayer. Más de 2.600 outienses tuvieron la misma fortuna, mientras que en Noia, a partir de las 18.30 horas, también hubo cortes, aunque se desconocía el número de personas afectadas.

Además, a primera hora de la mañana, el grupo de emergencias de esta villa retiró varios árboles que fueron derrumbados por el vendaval sobre sendas carreteras, lo que bloqueó el paso de vehículos. Uno de los maderos cayó sobre la DP-543, a su paso por San Paio; el otro, en la AC-550, en el lugar de Orro. Los operarios se encargaron de regular el tráfico mientras se cortaban los leños.

Pancartas y parabólica

La agrupación noiesa también tuvo que sacar varias pancartas, colgadas en el Liceo y en el Coliseo Noela, ya que podían desprenderse y causar mayores incidentes. Por último, durante la tarde, acudieron a una vivienda ubicada en la calle Ourense, ya que existía el riesgo de que una parabólica se soltase del techo y cayese sobre algún viandante.

Los bomberos de Ribeira también tuvieron que acudir ayer a una carretera secundaria de Olveira para retirar un poste de telefonía que había partido por culpa del viento. La estructura se desplomó sobre los cables eléctricos de una vivienda particular, aunque, por fortuna, no causó daños o cortocircuitos.

Los compañeros del parque boirense también se desplazaron a Rianxo, a la AC-305, al lugar de Burés, en la parroquia de Asados, después de que un árbol acabase bloqueando un carril. La rápida intervención permitió liberar la calzada en poco menos de media hora. GAEM y Emergencias de Boiro también tuvieron que abrir varias arquetas, ya que las alcantarillas eran insuficientes para absorber el agua.