Las guerras napoleónicas también tuvieron prisioneros barbanzanos

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Vecinos de Muros y Ribeira fueron apresados por los ingleses en alta mar

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Eran sobre todo jóvenes. La mayoría prestaban el servicio militar cuando fueron apresados en alta mar. Hay también tripulantes de mercantes y en los listados aparecen las profesiones más variadas, zapateros incluidos. Procedían de diversas localidades pontevedresas, pero también de los municipios de Muros y Ribeira. Pasaron meses -podían ser años- encarcelados, confinados en un barco anclado junto al puerto de Portsmouth en Inglaterra. Los más afortunados pudieron volver a casa. Los menos, tuvieron otro destino: una tumba en el mar o una fosa sin nombre en tierra. Son los presos barbanzanos de las guerras napoleónicas. Un episodio olvidado y que no ocupa ni una línea en los libros de texto escolares.

Sin embargo, existieron. Su historia aún está por contar, y de ella se pueden ver atisbos en los registros oficiales que algunas páginas web de genealogía han escaneado y puesto a disposición de sus clientes. Entre estos documentos se cuenta que, el 21 de enero de 1807, el Nuestra Señora del Carmen Vengador, un barco corsario español, fue apresado por una fragata cuando navegaban frente a la costa portuguesa. José Melendes, así transcribieron los ingleses su nombre, vecino de Vilaxoán de 32 años, es uno de los retenidos.

Entre sus compañeros están Pedro Vidal, de Portonovo, de 38 años; Manuel Crujeiras, natural de Carreira, de 22 años; José Fernández, de Palmeira, 22 años; y los pontevedreses Pedro Crespo, 25 años; Francisco Hermida, de 20; Miguel de Otero, de 17, y un jovencísimo grumete, José Antonio, de 14. A todos les aguardada un viaje de ocho meses hasta Portsmouth, donde pasarán a vivir en un barco prisión durante un largo tiempo hasta su rescate.

«San José de Ánimas»

Como ellos, los nombres se acumulan en los listados. El 30 de octubre de 1807 el San José de Ánimas, otro barco corsario, es capturado por una fragata inglesa. En él viajaban el capitán muradano Manuel Blanco, de 29 años de edad, y otros dos marineros de este municipio, Domingo González, 26 años y Pedro Rúa, 16 años.

Pasarán dos años en un barco prisión hasta que sean liberados y regresen a una España aliada de Inglaterra y enemiga de Francia. Ironías de la historia o malas jugadas que tiene la vida.