María González: «Yo creo que Renacer está ayudando en casi todos los problemas que hay»

a. novo / a. lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El colectivo antidroga ribeirense celebra mañana su tradicional cena benéfica

17 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La asociación antidroga Renacer de Ribeira se viste de gala para celebrar mañana su decimoctava cena benéfica, una cita con la que esperan recaudar fondos para seguir luchando contra una lacra que afecta a gran parte de la población. La presidenta del colectivo, María González, habló para los micrófonos de Radio Voz sobre el trabajo realizado a lo largo de los últimos años, una labor que incluso ha sido reconocida con distintos premios, «que animan a seguir trabajando».

-El dinero que se recauda con esta cena servirá para sufragar las iniciativas de la asociación. ¿Es muy importante este apoyo?

-Más que importante, yo creo que es necesario y casi imprescindible. Contamos casi siempre con la gran familia que nos secunda año tras año, y ya van 18, de la que estamos orgullosísimos. Gracias a las donaciones y a todo lo que se recauda podemos seguir adelante con todos los programas.

-¿Qué balance hace de todos estos años de la cena?

-Los primeros años fueron impactantes, porque era la primera cena de gala benéfica que se celebraba en Ribeira. Luego, lógicamente se fueron celebrando más y la gente se tiene que repartir. De todas maneras, nosotros siempre estamos satisfechos con los resultados, y esperemos que este año sea igual.

-En todo este tiempo, ¿cómo ha ido evolucionando Renacer?

-Con los nuevos tiempos, hay nuevas formas de trabajo y de vida. Esto también ha conllevado cambios en la asociación, ahora mismo no tendría sentido que siguiéremos yendo puerta por puerta para ayudar a la gente. De hecho, la asociación consiguió que se pusiera en marcha la unidad asistencial para atender a los drogodependientes, que ha ayudado muchísimo.

-¿Qué programas hay ahora mismo en marcha?

-Hay un programa de prevención de consumo de drogas y otras sustancias aditivas que ha llegado a 1.660 escolares, y luego tenemos otras iniciativas sobre embarazos no deseados y transmisión de enfermedades sexuales por el que pasaron más de 500 personas. También organizamos talleres para padres y madres con 360 participantes, en el servicio de orientación psicológica y personal se atendió a 840 usuarios, y en las campañas de sensibilización e información a más de 5.000. Parece que no se hace nada, pero desde la asociación se trabaja mucho.

-¿Son campañas puntuales?

-No. Se realizan a lo largo de todo el año y podemos llegar a superar las 10.000 personas.

-También van apareciendo nuevos hábitos de consumo y nuevos problemas en los que Renacer puede ayudar.

-Yo creo que Renacer está ayudando en casi todos los problemas que hay. Trabajamos en la prevención de drogas, asesoramiento y ayuda, que es muy importante. Todas las cifras de la gente que atendemos no son baldías, no son para reírse.

-¿En la prevención está la clave para evitar caer en la droga?

-En la prevención y en el asesoramiento. Las personas no nacen drogadictas, se vuelven drogadictas por diversas circunstancias. Cada persona llega a la drogadicción por motivos diferentes, no son todos iguales. Todos necesitan metodologías diferentes.

-¿Cuánta gente hay en Renacer?

-La verdad es que muy poca. Una abogada y dos psicólogas, una que va por los colegios de Ribeira, A Pobra y Boiro, y otra que atiende a las personas que acuden a la entidad, que da asesoramiento a los padres y atención personalizada a los enfermos. De cualquier forma, hay que insistir en que la atención es personalizada y privada.

-Son muy pocos.

-Por eso necesitamos la colaboración de la ciudadanía a través de la cena de mañana, y también hay una fila cero donde la gente puede hacer sus donaciones, porque estos programas necesitan dinero.

-¿Tienen apoyo de las Administraciones?

-Tenemos ayudas de la Xunta, y algún programa está financiado por la Diputación. Tenemos diferentes apoyos, porque si no sería imposible. De todas formas es insuficiente, no nos llega.