El control sobre el pago de tasas eleva en 2,2 millones los ingresos municipales

Cada año, el Tribunal de Cuentas abre un plazo para que las entidades locales presenten los resultados del balance económico del ejercicio anterior. El período para rendir cuentas expiró a mediados de este mes y eso permite acceder a una ingente cantidad de datos sobre la situación financiera de los ayuntamientos de la comarca. En realidad, posibilita obtener información actualizada de siete de los 11 concellos del área barbanzana, que son los que han remitido su cuenta general a los órganos fiscalizadores en tiempo y forma. Una de las conclusiones que se extraen de esa documentación es que el esfuerzo que se está haciendo por llevar un control más exhaustivo del pago de tasas e impuestos está dando sus frutos, puesto que la recaudación municipal se incrementó el pasado ejercicio en más de 2,2 millones con respecto al anterior.

En los últimos años, los concellos de la comarca han apostado por congelar las tasas e impuestos que cobran directamente a los vecinos con el objetivo de no añadir más presión a las maltrechas economías de los barbanzanos durante la crisis, sin embargo, a pesar de esa política, los ingresos por esos conceptos han ido en aumento. En concreto, en el 2016 -es la última cuenta cerrada- la recaudación de los ayuntamientos aumentó un 7,1 % con respecto al año anterior, un porcentaje que, en términos absolutos, se traduce en 2.223.000 euros, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que, al margen de las transferencias de otras Administraciones, es la principal vía de ingresos de las arcas municipales.

En total, los vecinos de la zona aportan a la economía de sus concellos más de 31 millones de euros a lo largo del año mediante el abono de tasas por la prestación de servicios, o impuestos, como el de bienes inmuebles.

Mecanismos más eficaces

Si se pregunta a los alcaldes por este incremento en la recaudación teniendo en cuenta que ninguna de las Administraciones locales barbanzanas ha aplicado subidas en los tributos, hablan fundamentalmente de una cuestión: un control más eficaz de la recaudación. De hecho, regidores como el noiés, Santiago Freire, apunta que incluso se han establecido bonificaciones en determinadas prestaciones para distintos colectivos y que, aún así, se consigue mantener los ingresos municipales.

Otra de las cuestiones a las que se alude para explicar que la recaudación vaya a más sin incrementar la carga fiscal es el aumento de la cifra de usuarios de determinados servicios, con lo cual la cuantía que perciben los concellos se incrementa de manera proporcional. Un ejemplo gráfico es el del impuesto sobre vehículos: a más coches matriculados, mayores ingresos.

Los datos sobre los fondos que manejan los ayuntamientos de la zona por el cobro de tributos corresponden a siete de los once concellos de la zona -Boiro, Carnota, Lousame, Mazaricos, Noia, Outes y Ribeira-, ya que son los que han cumplido con su obligación de aprobar y remitir su cuenta general a los órganos fiscalizadores antes de que finalizara el plazo legal.

Sin castigo

En cuanto a Muros, A Pobra, Porto do Son y Rianxo, su balance económico figura como «no rendido» en la aplicación del Tribunal de Cuentas. Esto, en teoría, podría privarles del acceso a determinadas subvenciones o transferencias de otras Administraciones, aunque, en la práctica, este castigo no suele aplicarse.

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