Los fallos en el alumbrado y en la señalización son los principales motivos de rechazo
26 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Casi el 25 % de los automóviles que circulan por la comarca no están en condiciones de hacerlo, ya que tienen algún tipo de carencia que puede poner en serio riesgo la seguridad vial y el medio ambiente. Esto es lo que se desprende de los datos recogidos en la estación de la ITV (inspección técnica de vehículos) de Ribeira, que gestiona la empresa Supervisión y Control, donde uno de cada cuatro coches que entra en sus instalaciones sale de ellas sin el examen superado.
El mayor número de fallos tiene que ver con las deficiencias en el alumbrado y en la señalización del turismo -la mayoría calificadas como graves o muy graves-, seguidas del mal estado que presentan el eje de las ruedas, los neumáticos y la suspensión. El incorrecto funcionamiento de los frenos porque tienen las pastillas gastadas o están defectuosas también es un error muy recurrente entre los turismos que no pasan la ITV, así como aquellos cuyas emisiones contaminantes exceden los límites permitidos.
Los problemas en la dirección del vehículo, los graves desperfectos exteriores en el automóvil, así como los fallos en el motor y en la transmisión también son consideradas faltas graves que impiden salvar satisfactoriamente la inspección, que muchas veces también rechaza automóviles que presentan deficiencias en el interior o cuya matrícula es ilegible, ya sea porque está desdibujada o porque no dispone de la correspondiente iluminación. Esta situación no es exclusiva de la estación de la ITV de Ribeira, sino que es extensiva a toda Galicia, una comunidad que destaca por el envejecimiento de sus vehículos, ya que la media de edad está en 16 años de vida.
A pesar de ello, el parque automovilístico barbanzano parece que cada vez llega en mejores condiciones a la estación ribeirense, ya que, según los últimos datos de Supervisión y Control, un total de 37.505 automóviles de la comarca superaron la revisión a la primera, lo que supone un 3,6 % más que en el ejercicio anterior y supera ligeramente la media gallega, que se sitúa en torno al 2,5 %. Además, 11.562 se vieron obligados a realizar segundas inspecciones, y 889 vehículos fueron a pasar la ITV sin coincidir con una cita periódica.
De estos casi 50.000 vehículos que fueron examinados en la estación barbanzana durante el ejercicio pasado, la gran mayoría eran turismos, 37.700 (un 75,4 %), seguidos de las furgonetas de mercancías (7.700). A una considerable distancia se sitúan las motocicletas -se revisaron unas 1.650 en la estación de Ribeira-, los camiones pesados (1.150), los remolques y semirremolques (500), los vehículos agrícolas (500) y los autobuses, de los que superaron la revisión técnica alrededor de 350.