«Conviviamos coches, camións e buses en sitios moi estreitos e cheos de curvas»

La Voz

BARBANZA

22 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya en el acceso a la Costa da Morte, la gran revolución llegó ya mucho antes de las últimas mejoras, en los años 50, con la construcción del puente de O Ézaro, que fue el que realmente vertebró las dos comarcas. Todavía en Gures, A Ameixenda y O Ézaro hay muchas familias a las que se conoce como Os Barqueiros, porque aunque ya no quedan descendientes directos, son bisnietos o incluso tataranietos de los barqueros con los que se cruzaba la desembocadura del Xallas entre Carnota y Dumbría.

En los 80 y 90 vinieron las reformas de trazado, en general para reducir curvas y mejorar el firme, de las que guarda perfecta memoria Cándido Insua, el más veterano de los taxistas en activo en Fisterra. «Na Ameixenda, por exemplo, conviviamos coches, camións e buses en sitios moi estreitos e cheos de curvas, pero aínda así pasábamos todos», relata el profesional, para quien ha sido importante la variante de Sardiñeiro (VG 1.4); pero «sería aínda mellor se chegase ata Fisterra, porque na zona de Calcoba como collas un tractor vas tres ou catro quilómetros detrás del».

De igual modo, sigue echando en falta una circunvalación en Cee que saque el grueso del tráfico pesado del centro de la villa, pero reconoce que los avances han sido muy sustanciales «sobre todo no firme, que está moito mellor agora do que era antes».

Mejoras urbanas

Así, frente a los grandes cambios que ha experimentado el vial en la zona de Barbanza, más hacia el norte las mejoras se han centrado en la eliminación de curvas y aprovechar algunas áreas que quedaron muertas para servicios. Ahora, por ejemplo, se puede dar la vuelta antes de entrar en O Ézaro viniendo desde Cee y la travesía de esta localidad se ha transformado con intervenciones urbanísticas importantes. Las mismas a las que aspiran en Cee desde hace años, donde uno de los grandes proyectos es transformar por completo la avenida Fernando Blanco. También en Fisterra, donde ahora la carretera recibe el nombre de AC-445, la zona de A Anchoa necesita esas mejoras urbanas para las que falta el dinero.