Recaudaron fondos para reparar el techo de la iglesia, que amenazaba con derrumbarse
20 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Con sus aportaciones, los vecinos contribuyeron en más de una ocasión a realizar mejoras en las iglesias de la comarca. Algunas de esas actuaciones fueron cruciales para mantener en buen estado estos edificios patrimoniales. Un ejemplo es lo que ocurrió en A Pobra hace 28 años. Los feligreses, con sus aportaciones, costearon las obras de reparación del techo del templo de Santa María A Antiga do Caramiñal. El entonces párroco, Arturo Martínez Cabirpa, calificaba de vitales dichos trabajos: «Debido a la acción del tiempo, la techumbre se estaba viniendo abajo».
La actuación fue sencilla, puesto que consistió en la colocación de planchas de uralita, sobre las que se instalaron tejas, pero resultó fundamental para salvar la estructura del edificio y los tesoros de su interior. Todo el dinero empleado en las obras, más de tres millones de las antiguas pesetas, fueron aportados por los vecinos. Se aprovechó también para retirar una caseta en la que estaba el campanario.