El Noia sumó un punto en un partido que se le hizo muy largo

Francisco Brea
Fran brea RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Los noieses jugaron una buena primera parte, pero en la segunda el esfuerzo físico se notó y los futbolistas bajaron su rendimiento

13 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Noia demostró ayer en San Lázaro que le sobran ganas, pero le faltan fuerzas. La carga física está pesando en los futbolistas dirigidos por Jaime Sánchez, que en la segunda parte cedieron mucho terreno y cuando salían al ataque lo hacían con pocos efectivos. Aún así, el Ribadumia no generó muchas ocasiones de peligro sobre la portería defendida por Pajarillo y el choque acabó en empate, un resultado lógico después de lo que se vio en el campo de San Lázaro.

En la primera parte, los noieses llevaron el peso del encuentro. Nando levantó a la grada, a los siete minutos, con un remate de tacón a pase de Canabal que acabó en el lateral de la red. El rianxeiro lo volvió a intentar poco después con un potente disparo, pero tampoco inquietó a Iván. Nolo, Nando y Piñeiro intercambiaban posiciones en el ataque local, pero la primera ocasión clara fue para los visitantes. Hugo Soto estrelló el balón en el larguero y el rechace le cayó a Daniel en el lateral del área. Pajarillo salió dejando la portería desprotegida, pero el tiro del jugador del Ribadumia acabó en córner despejado por la zaga noiesa.

Una jugada un tanto embarullada tras un saque de esquina propició el gol de los pontevedreses, en el minuto 18. El esférico se paseó por el área sin que la defensa del Noia consiguiera despejarlo y llegó a los pies de Santiago Padín, quien no desaprovechó la oportunidad para abrir el marcador. El tanto recibido no mermó el ímpetu de los noieses, que se fueron a por el empate. Canabal, luego de una buena combinación entre Piñeiro y Moure, mandó el balón por encima del larguero.

Por la escuadra

El que no falló fue Tachi. El central se vistió de nueve y firmó las tablas con un golazo por la escuadra, haciendo inútil la estirada de Iván. El defensa cogió la bola tras un saque de banda que Moure puso en el área y le pegó con el alma para hacer estallar de júbilo a la grada. Antes de que los equipos enfilaran el túnel de vestuarios, volvió a probar fortuna Nando con un chut lejano que detuvo el portero del Ribadumia.

En el segundo acto el Noia bajó el ritmo y el partido perdió en interés. Los locales cedieron terreno y los visitantes empezaron a tener el balón más tiempo en sus pies, aunque no llegaron a inquietar realmente a Pajarillo. La zozobra sobre el césped se trasladó a la grada, donde los seguidores comenzaban a temer que el conjunto de Sánchez cometiera algún error que le costara dos puntos.

Las ocasiones fueron contadas en los segundos 45 minutos. La más clara la invalidó el árbitro por un dudoso fuera de juego de Nando, que ya pisaba área y tenía a Nolo esperando el pase. El encuentro murió con un mal remate de Rubén González para el Ribadumia y un tiro de Jon desde la frontal que se fue fuera.

Al final, un punto para cada equipo y poco tiempo por delante para recuperarse de cara a la próxima jornada. El domingo, el Noia tendrá una dura salida para medirse al Laracha.