La tripulación más artística fondea en Cabo

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Integrantes del «Barco de los locos» visitaron Asteleiros Triñanes antes de zarpar en un viaje con rumbo a Australia

04 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una tripulación poco convencional, siempre ávida de nuevas experiencias y de llenar su mochila de conocimientos, desembarcó ayer en Asteleiros Triñanes donde, de la mano de su propietario, Gerardo Triñanes, tuvo la oportunidad de profundizar en los entresijos de la realización de embarcaciones tradicionales con madera. Algo muy distinto al medio de transporte que ellos utilizan para surcar los mares: un buque de hierro de 30 metros de eslora adquirido hace 28 años por el que hoy es su capitán, el holandés August Dirks, y reconvertido en escenario teatral flotante, con una compañía de comediantes y músicos capaces de ofrecer espectáculos siempre imaginativos y sorprendentes.

Quienes recorrieron los astilleros eran, nada menos, que los integrantes de El Barco de los locos, que hace tan solo unas semanas actuaron en A Illa, donde, como recordaba ayer August Dirks, ya lo habían hecho hace 19 años.

La visita de estos singulares hombres y mujeres de mar -la tripulación la componen actualmente 11 personas- fue fruto de la casualidad y de la oportunidad y, en ella, tuvo mucho que ver Eva Triñanes, la hija de Gerardo, que hace unos meses puso en marcha una cooperativa de artistas, Charlatana. Fue Eva quien vio a uno de los integrantes del buque en una terraza de A Illa y no dudó en dirigirse a él para preguntarle si sería posible hablar con August Dirks. Fue así como Cabo de Cruz y la tripulación más loca iniciaron su relación.

El nacimiento de una amistad

El Barco de los locos, que viajaba rumbo a Canarias, había sufrido una avería y fondeó en la ría arousana. De la mano de Eva Triñanes fue posible que la magia del universo cómico y teatral pudiera ser contemplada por los vecinos de A Illa y, además, se realizaron rutas guiadas por el barco. El propio Gerardo Triñanes acudió a una de ellas.

La de ayer, relataba Eva, fue una visita entre amigos. Ella les habló de la actividad de su padre y el equipo capitaneado por Dirks se mostró encantado de visitar el astillero. El barco del holandés, al que en su escala en A Illa se sumó Simón Sineiro, un vecino de Portonovo de 33 años, fondeó en aguas boirenses el pasado lunes y está previsto que hoy zarpe con rumbo a Canarias. Se trata de un viaje, explicaba ayer su capitán, un especialista en literatura rusa movido por su afán de conocimiento, que tiene como destino Australia y que se prolongará unos tres años.

Aunque Dirks afirma sentirse a gusto en tierras arousanas, descarta recalar de manera prolongada porque: «Un barco está hecho para navegar».

La ruta marcada pasa por Canarias, Cabo Verde, para participar en el Festival Internacional de Teatro de Mindelo, Senegal y otros muchos países en los que el grupo hará escala, hasta llegar a la meta final en Australia.

Dirks no descarta regresar a la ría de Arousa e, incluso, ofrecer algún espectáculo en los ayuntamientos de la zona norte. Sin embargo, no se compromete a nada y eso que Eva Triñanes se muestra más que dispuesta a preparar el lugar que sea necesario para que también los barbanzanos disfruten de la universalidad cómica de El Barco de los locos.

Los tripulantes, por ahora, ya se llevan algo nuevo de Cabo de Cruz, como un proceso de fabricación artesanal y el conocimiento de las dornas y los barcos de batea.