La policía autonómica denunció a 35 menores por beber alcohol en la calle

Ana Lorenzo Fernández
ANA LORENZO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

El mayor número de infractores fueron localizados en el municipio boirense

21 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Impedir que los menores de edad tengan acceso al alcohol y a las drogas en plena calle o en locales de ocio es uno de los objetivos que se han marcado los agentes el Grupo de Menores de la Policía Autonómica, que en lo que va de año han realizado cerca de 400 inspecciones en los concellos de comarca. Gracias a estos dispositivos se localizó y sancionó a un total de 35 adolescentes que estaban bebiendo en la vía pública, y a tres más que estaban consumiendo algún tipo de sustancia estupefaciente. El municipio de Boiro -con 26 denuncias- se pone a la cabeza en este tipo de delitos, seguido bastante de lejos por Noia (con seis), y Ribeira (con tres).

Todos estos jóvenes se enfrentan a un delito tipificado como leve según la Lei 11/2010 de prevención del consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad de la Xunta, que establece una sanción económica que puede oscilar entre los 601 y los 3.055 euros, que en la mayoría de las ocasiones deben abonar los propios padres o tutores, al carecer de ingresos los adolescentes. Sin embargo, la propia norma también ofrece otra alternativa al pago en metálico: sustituir las multas por la participación del infractor en programas preventivos de carácter formativo, informativo o de tratamiento, a desarrollar durante un número de sesiones que se establecerán en el desarrollo de la ley.

Otra opción muy recurrida es sustituir la sanción económica por trabajos y actividades en beneficio de la comunidad. De hecho, una de las modificaciones que se prevé incluir en la normativa propone dar mayor margen de maniobra a las administraciones locales en este tipo de casos.

Negocios sancionados

Los controles de la Policía Autonómica en la comarca no se redujeron únicamente a vigilar a los chavales, sino que también visitaron numerosos locales hosteleros y comerciales para comprobar si efectivamente se vendía alcohol o tabaco a aquellos clientes que no llegaban a los 18 años.

Un total de 23 bares y negocios fueron denunciados por infringir la ley, una sanción que tiene que interponer la Consellería de Sanidade y que puede llegar a suponer para el empresario entre 3.000 y 6.000 euros de multa, y en las situaciones más graves incluso puede conllevar el cierre del local. En este caso, Ribeira fue el municipio con más establecimientos denunciados (nueve), seguido de Noia (ocho), Porto do Son (cuatro) y Boiro (dos).

Además de multar en el caso de que se infrinja la ley, la mayoría de las inspecciones tiene como objetivo informar a los hosteleros de la existencia de la normativa y de las sanciones a las que se enfrentan.

Dentro de los dispositivos realizados por los agentes del Grupo de Menores de la Policía Autonómica también se vigila el absentismo escolar, sobre todo cuando se trata de jóvenes procedentes de familias desestructuradas. En lo que va de año, en la comarca se denunciaron seis casos, cuatro de ellos procedentes del municipio ribeirense, uno de A Pobra do Caramiñal y otro de Boiro.

Otra de las infracciones que también vigilan los efectivos de este cuerpo de seguridad tiene que ver con las personas mayores de edad que compran bebidas alcohólicas para luego dárselas a los menores. En este caso, la venta a adolescentes está considerada un delito grave, y puede suponer para el autor el pago de una multa que va de los 3.005 euros a más de 15.000.

María de Pilar Quintela: Psicóloga de Renacer

«Es muy preocupante que un chaval esté emborrachándose a los 14 años»

para María del Pilar Quintela, psicóloga de Renacer, el problema del consumo de alcohol en menores es muy preocupante y no ve visos de que se pueda solucionar a corto plazo. Denuncia que la sociedad es muy permisiva en el caso de las bebidas alcohólicas, «porque cuando fue lo de la ley del tabaco, los locales se adaptaron inmediatamente a la normativa para no ser multados, pero en el caso del alcohol no pasa los mismo. Incluso en ciertas festividades los establecimientos venden alcohol a menores a sabiendas».

Quintela recuerda que, según los últimos estudios realizados en la comarca, el primer contacto de los todavía niños con las bebidas alcohólicas es a los 13 años, y la primera intoxicación etílica con uno más. «Es muy preocupante que un chaval esté emborrachándose con 14 años. Este es un problema que hay que solucionar de forma global, implicándonos todos, familias y administraciones», dijo.