El cura de Olveira se despidió en familia

La Voz

BARBANZA

DANI GESTOSO

Más de 120 personas se reunieron en el restaurante Baiuca para homenajear a Francisco Rey Millán

14 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Francisco Rey Millán pasó casi sesenta años de su vida trabajando al frente de la parroquia de Olveira, una dedicación que el pasado fin de semana le quisieron agradecer los más de 120 invitados que asistieron a la comida que se celebró en el restaurante Baiuca con motivo de su jubilación. María Martínez, Dolores Brión y Elvira Pereira fueron las artífices de organizar este gran homenaje, que se inició con una misa previa en la que fue su iglesia durante tantos años. Tras la ceremonia religiosa, todos se desplazaron al convite donde antes de sentarse a la mesa pudieron compartir al aire libre unos aperitivos, al mismo tiempo que muchos aprovecharon para fotografiarse con el homenajeado, que llegó a confesar que «nunca na miña vida dera tantos bicos».

Discursos

Durante la comida, en la que además de feligreses y compañeros de sacerdocio también estaban los sobrinos y demás familia de Francisco Rey, tuvieron lugar varios discursos que emocionaron al párroco de Olveira. La primera en coger el micro fue María Martínez, la catequista más antigua de la parroquia, que quiso recordar algunos de los momentos vividos junto al párroco, algo que también hizo el exalcalde y senador del PP, José Luis Torres Colomer. Junto a él estaba su hermano Manuel, que estudió en el seminario al mismo tiempo que el párroco de Olveira, que se llevó una gran sorpresa cuando lo vio aparecer en este homenaje.

También se sentaron en esta comida un total de 12 sacerdotes que son los encargados de llevar las parroquias de gran parte de la comarca. «La celebración fue sencilla, y había un ambiente muy distendido, como de estar en casa. Todos éramos de la parroquia, todos nos conocíamos, la gente estaba muy agradecida», reconoció Dolores Brión, que también destacó que todo el mundo estuvo muy cariñoso con el párroco, al que se le entregó una placa de recuerdo y una figura de Sargadelos del faro de Corrubedo. «Había muchas ganas de hacerle este homenaje, y él quedó muy agradecido y emocionado por tantas muestras de cariño», señaló Brión.