Los concellos intensifican el control sobre inmuebles ruinosos

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

En toda la comarca están en marcha cerca de cuarenta expedientes a edificaciones abandonadas

09 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En unos casos es por iniciativa propio, y en otros fomentado por la nueva Lei do Solo que obliga a los ciudadanos a rematar, al menos exteriormente, construcciones en las que hace años que no se mueve un ladrillo, pero el caso es que los concellos del área barbanzana están intensificando el control sobre inmuebles abandonados y, particularmente, sobre aquellos que están en situación ruinosa y que, por tanto, suponen un peligro en potencia. Esto deriva en que se están impulsando nuevos expedientes para obligar a los propietarios a tomar medidas al respecto.

Resolver este tipo de cuestiones no siempre es fácil. De hecho, en muchas ocasiones son los propios concellos los que tienen que actuar de oficio para evitar que una edificación se venga abajo ante la imposibilidad de localizar a los propietarios. Por otra parte, como explicaba el regidor pobrense, Xosé Lois Piñeiro, como cualquier trámite, un expediente de este tipo tiene sus tiempos y no suelen ser ágiles.

Las razones que llevan a las entidades locales a abrir expedientes van desde combatir el feísmo a evitar que se conviertan en el refugio de okupas e, incluso, preservar otras construcciones. Por ejemplo, en la villa pobrense, el Concello tomó medidas para que se acondicione mínimamente una vivienda próxima a otros inmuebles de gran valor patrimonial.

Problemas de humedades

En otros casos, las consecuencias de que un edificio esté completamente arruinado las viven directamente los vecinos, no solo porque a menudo esos puntos acaban acumulando basura y generan un problema de salubridad, sino porque la situación de la vivienda en cuestión afecta directamente a las colindantes. Ocurre, por ejemplo, en Rianxo, donde están en curso media decena de expedientes y en algún caso «ten danado a casa do lado provocando humidades e demais», explicaba el regidor, Adolfo Muíños, que añadía que se está intensificando la vigilancia para evitar este tipo de situaciones.

Tres cuartos de lo mismo ocurre en Porto do Son. El alcalde, Luis Oujo, señaló que esta misma semana se procedió a tapiar un inmueble del Camiño Novo porque «a unha casa caeulle o tellado e entra humidade que está afectando á vivenda coa que linda. Tivemos que iniciar o expediente de ruína». En este caso, las dificultades para contactar con los propietarios y obligarlos a que acometiesen las acciones precisas para, al menos, garantizar la estabilidad del inmueble, llevaron a la Administración local a actuar de oficio: «Tanto neste caso coma no doutro inmoble entraban dentro os cativos para xogar e era un auténtico perigo para eles porque podía caerlles enriba».

Más casos

La apertura de expedientes se extiende a toda la comarca y, actualmente, están en curso cerca de cuarenta, mientras que otros se han ido cerrando de forma satisfactoria, como ocurre en Noia. Aunque es más frecuente que se tramiten este tipo de procedimientos en núcleos urbanos, en los municipios más rurales también hay casos. En Lousame se realiza un seguimiento y, en este momento, hay una vivienda de Ces en esta situación. Por su parte, Ribeira, con 15 casos en trámite, es el ayuntamiento con la cifra más alta de inmuebles en proceso de ser declarados ruina.

En estos expedientes se incluyen distintos tipos de actuaciones, desde la obligación de derribar la construcción por su lamentable estado, a acometer distintas obras para afianzar las paredes o la cubierta.

También se requiere a los dueños de estructuras que están sin acabar

 Además de los expedientes que se abren a viejas casas deshabitadas, los concellos también están cada vez más encima de los esqueletos de edificios que dejó tras de sí la crisis en el sector de la construcción. En Carnota, por ejemplo, el regidor, Ramón Noceda, señalaba que hay alrededor de media docena de procedimientos en curso y que, al menos un par de ellos, corresponden a inmuebles de los que solo llegó a levantarse la estructura.

También en Rianxo se han tomado cartas en el asunto para, sino completar, realizar las obras necesarias para evitar la mala imagen que ofrecen esos esqueletos: «Hai algunhas estruturas que levan moito tempo aí e edificios que están sen acabar e deben gardar o ornato público».