Luci Silva: «He invertido mucho en el coche y vale la pena porque vives grandes momentos»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

La joven ribeirense habla de su dedicación a una actividad que, reconoce, es cara

21 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El gusanillo por el tuning le entró a Luci Silva Lustres con 12 años y, según relata, fue a raíz de ver las películas The fast and the furious (A todo gas). La suya es una afición inquebrantable, porque en cuanto tuvo oportunidad y pudo comprarse un automóvil, un Ford de segunda mano, comenzó a invertir dinero para ver reflejada en él otra de sus grandes pasiones: la música. De hecho, Luci Silva explica que «a mí me gusta destacar en el aspecto sonoro. Cada coche es un mundo y refleja las preferencias de su propietario. Personalmente, no me agrada que esté sobrecargado, prefiero algo que marque la diferencia, pero que no resulte estridente».

Lo cierto es que los desembolsos que Luci Silva ha efectuado le han dado más de una satisfacción, como ella misma afirma: «He invertido mucho en el coche y vale la pena porque vives grandes momentos». Destaca que «viajo bastante para ir a concentraciones y, gracias a eso, he conocido a muchas personas. Además, me gusta visitar lugares nuevos». Pero no solo eso, porque ha tenido un par de triunfales participaciones en concursos: «Asistí en Madrid a un campeonato y fui la primera de mi categoría. También acudí, hace unos cinco años, a una edición del Galiexpo Motorshow, en Vigo, y quedé primera. Además, el segundo clasificado fue un compañero de mi club, por lo que hubo una sana rivalidad».

En su automóvil tiene un equipo de dos mil vatios de potencia y reconoce que el tuning es una afición cara: «Va a menos con respecto al bum que hubo hace unos años, y el principal motivo es el económico. La homologación de las piezas y el proyecto que debes realizar si haces modificaciones cuesta mucho». Sin embargo, Luci Silva afirma que, para ella, esta actividad constituye también una forma de evasión.

Su primera experiencia

Silva recuerda perfectamente la impresión que tuvo cuando acudió a su primera concentración que, precisamente, fue en Ribeira. Le gustaría poder asistir a más encuentros de este tipo, pero reconoce que sus obligaciones laborales y las cuestiones económicas marcan el calendario: «Hay que ir poco a poco, es un vicio muy caro».

Desde hace siete años, esta joven es la portavoz de la asociación GDC Tuning Club de Ribeira, que a principios del verano organizó una exhibición en la ciudad, con la presencia de un nutrido grupo de participantes. Señala que cuando empezó «éramos solo dos chicas y ahora hay un montón, cada vez se animan más». Afirma que, en contra de lo que muchas personas piensan, «la afición por el tuning no tiene edad», y manifiesta que en las distintas citas se ha encontrado tanto con personas muy distintas.

Además de la concentración anual, la asociación a la que pertenece también se reúne con frecuencia. Luci Silva afirma que son un gran grupo y destaca el buen ambiente que suele vivirse en las diferentes convocatorias que se hacen.

En el tuneo de coches, como en todo, también hay tendencias y, en la actualidad lo que se lleva, explica Silva, «es suavizar las líneas del coche, poner llantas grandes y bajar la carrocería, casi pegada al suelo».

Este año no podrá acudir a más citas, pero ya tiene en mente las convocatorias del próximo. Personalmente, afirma que las que más le gustan son la de Palencia y la de Braga, por el elevado número de asistentes que congregan.

Trayectoria. Comenzó aficionándose con solo 12 años y, desde hace siete, es la portavoz de la asociación ribeirense GDC Tuning Club.

Su especialidad. Además de aportar algún toque personal a su vehículo, lo que verdaderamente apasiona a esta joven es la música. En su automóvil lo que cuenta es la potencia sonora, dos mil vatios. Participó en dos concursos en los que consiguió el primer puesto.