Vecinos al rescate del cruceiro que custodia la plaza de Teruel

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

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Tanto el cristo como la cruz tienen grietas y los residentes temen que pueda perderse un bien patrimonial que para ellos es todo un símbolo

20 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si algo permanece inamovible en la ribeirense plaza de Teruel, ese es su cruceiro, que la custodia desde un lugar privilegiado. No se trata de un elemento patrimonial más, es un símbolo para quienes se han criado en ella, como antes lo fue para sus padres y abuelos. Lo son el cristo que lo corona y la Virgen del Perpetuo Socorro, que lo acompaña desde una coqueta capilla colocada en la columna por los residentes. A sus pies siempre pueden verse flores y cuentan los vecinos que antaño hubo un peto de ánimas, pero que no quedó más remedio que retirarlo porque las monedas dejadas como donativo acababan desapareciendo.

El cruceiro ha pasado por más de una vicisitud, como la vez que se cayó el fuste sobre el que se asienta, pero logró salir indemne. Sin embargo, ahora unas grietas lo amenazan y los vecinos no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados.

Misa y celebración

Al frente del grupo, Susa Cascallar, quien recuerda que su abuela «que morreu no 1959 á idade de 90 anos, xa se encargaba de poñer o aceite nas mariposas para alumear o cruceiro». Con ella, Ramona Pérez, La Chata, que explica que anualmente los vecinos mantienen la tradición de celebrar una misa en honor de la virgen del cruceiro, a pesar de que con el tiempo son muchas las casas de este rincón ribeirense que se han ido quedando vacías.

Antaño, precisa Susa Cascallar, se realizaba una fiesta «e como a praza non tiña pavimento, íase á de Compostela».

Susa Cascallar y La Chata relatan la importancia histórica y sentimental del cruceiro y al grupo se une el director y monologuista Quico Cadaval, que casualmente se encontraba en el lugar. Susa Cascallar le muestra las heridas de la figura pétrea, al tiempo que afirma que ya ha ido al Concello para notificarlo y que remitirá un escrito a Patrimonio para que tomen medidas para preservar la imagen.