Pablo Lijó: Un regreso triunfal al punto de partida

Francisco Brea
Fran brea RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El ribeirense jugó esta semana en la pista donde inició su carrera, la cual no había pisado desde que se marchó a Madrid

18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En Madrid se convirtió en profesional, pero el ribeirense Pablo Lijó comenzó a forjar su carrera en las pistas de Pádel Puntopelota, en A Pobra. Desde que partió hacia la capital de España, fue en el año 2014, el barbanzano no había vuelto a jugar en la que considera su casa, y el miércoles se produjo tan esperado reencuentro: «Llevo bien lo de estar fuera porque ya estoy adaptado, aunque se echa de menos la tierra». Fue en un partido de exhibición en el que participaron otros hombres importantes del panorama gallego, como Tono González y Magín Raposeiras: «Me hace ilusión, porque además puedo ver a los que fueron mis alumnos cuando yo daba clase aquí».

El jugador que ocupa el puesto 23 del ránking del World Padel Tour aprovechó su estancia en la comarca para comer con su familia y cenar con sus amigos, algo que un trotamundos como él no tiene la oportunidad de hacer muy a menudo. El hecho de viajar tanto «es bueno, pero también tiene su parte negativa», comenta Lijó.

La gente solo ve el torneo, pero hay mucho detrás. A nivel profesional cualquier deporte es exigente al máximo»

El deportista de Ribeira ha conocido lugares «que son impresionantes y siempre tienes un poco de tiempo para verlos. Dubái y Mónaco fueron, quizás, los sitios que más me gustaron. Descubrir nuevas culturas te abre la mente», afirma. Pero subirse a tantos aviones, trenes y coches a lo largo del año «cansa y te quita tiempo para estar con tus familiares o tu pareja. Eso se vuelve complicado. Al final, de marzo a diciembre, viajamos, prácticamente, una semana sí y otra no».

Preseleccionado con España

Pablo Lijó está en un buen momento deportivo. La temporada «va muy bien, a pesar de que es cierto que no es tan espectacular como el tramo final de la anterior campaña. Aún así es igual de buena, porque, con mi pareja de juego, llegamos a unos cuartos de final, ganamos un challenger y nos metimos en la final de otro. Y lo bueno es que aún queda mucho por delante», apunta. Entre sus próximos retos puede estar el competir en el Campeonato de Europa de Pádel, que se celebrará del 13 al 18 de noviembre en Estoril, representando a España. La Federación hizo públicos, hace una semana, los nombres de los preseleccionados para defender al combinado nacional en el torneo continental.

En la lista aparecen 14 palistas, entre ellos y por primera vez, el ribeirense, y solo ocho pasarán a formar parte del equipo español. Lijó cree que tiene opciones de estar en Estoril, aunque la competencia es dura: «A ver que decide el seleccionador, si apuesta por la veteranía o por la juventud. Cualquier opción es buena y válida». El hecho de ser tenido en cuenta por el técnico ya supone para Pablo «una alegría, porque demuestra que alguien mira para mí y es una recompensa al trabajo bien hecho».

La decisión de quienes serán los elegidos se comunicará oficialmente el 18 de septiembre. Mientras tanto, el barbanzano seguirá entrenando duro: «La gente solo ve el torneo, pero hay mucho detrás. A nivel profesional cualquier deporte es exigente al máximo». Además del físico, para Lijó es importante ser fuerte mentalmente, ya que «la cabeza es un 60 % del rendimiento».