Ribeira tendría que doblar su plantilla y Boiro, con 18 profesionales, debería sumar 7
17 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La reivindicación no es nueva, pero sigue muy vigente. Desde hace años, la Unión Europea y la Dirección General de Protección Civil y Emergencias establecen que la ratio ideal de bomberos por habitante debería ser de un profesional por cada 1.000 vecinos. La situación en la comarca barbanzana está lejos de alcanzar estos parámetros. En la actualidad, entre el parque de Boiro y el subparque de Ribeira hay 30 profesionales, 18 en el primero, y los 12 del segundo. Para acercarse a las cifras recomendadas en Europa, los representantes sindicales reclaman la incorporación de una veintena más, de manera que cada agrupación alcanzaría los 25 bomberos.
«Lo correcto es que fuésemos cinco en cada turno. Un mando, dos para extinción y otro par para emergencias. Mientras dos se exponen, otros esperan para dar el relevo o para entrar si hay complicaciones. Eso sería lo ideal», afirma Juan Manuel Olveira, representante sindical en la instalación de Ribeira. En la actualidad, los turnos en la capital barbanzana están cubiertos solo por un par de profesionales, por lo que necesitan la colaboración de los boirenses, que cuentan con tres bomberos por tanda.
Un ejemplo
En la actuación realizada hace unos días en la calle Rosalía de Castro de Ribeira, en la que hubo que desalojar un edificio después de que ardiese un cuadro eléctrico, solo dos bomberos se enfrentaron en un primer momento al incendio. Mientras uno buscaba qué podía haber desencadenado las llamas, su compañero se centraba en evacuar a los vecinos que seguían en el inmueble, ya que el humo que salía del cuadro era tóxico.
De cumplirse en la práctica las cifras que manejan los sindicatos, ambos contarían con apoyo desde el exterior, lo que les permitiría trabajar con mayor seguridad y celeridad.
La principal vía para solucionar este problema, apuntan, pasa por que la gestión de los parques recaiga en manos públicas. A pesar de que el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, se comprometió en julio a implantar la gestión directa, todavía no hay fecha, ya que todas las partes están a la espera de que se forme una mesa política y técnica. Los sindicatos creen que el cambio de titularidad permitiría la contratación de más personal.
Sin margen
Otro de los problemas a los que se refieren es el ámbito de acción que tienen los dos parques. En Boiro han tenido que dar cubertura incluso a Milladoiro, por lo que, de ocurrir otro incidente, toda la comarca quedaría en manos de los dos profesionales de guardia que hay en Ribeira.
Esta situación ha motivado que bomberos gallegos lleven tres años en huelga, realizando solo los servicios mínimos. A pesar de esto, se trata de una protesta atípica, ya que la inherente escasez de personal provoca que los profesionales que están operativos sean los mismos que si no hubiese huelga.
Hasta que la situación se desatasque, los profesionales de ambos parques barbanzanos seguirán trabajando codo con codo para atender las incidencias. A pesar de la falta de personal, los que sí están disponibles seguirán atendiendo los avisos para que ningún vecino se quede desamparado ante un problema.
El consorcio reconoce que las dotaciones son escasas y trabaja para ampliarlas
La organización y gestión de los parques de Ribeira y Boiro corresponde al Consorcio Provincial Contra Incendios e Salvamento, cuyo gerente es José Luis Barco Añón. Lejos de escurrir el bulto, valoró la situación que viven los bomberos barbanzanos. «As dotacións son algo escasas, pero esa comarca é a mellor cuberta da Coruña. Entre os dous parques son 31 profesionais, mentres que noutros, como Ordes, Arzúa, Betanzos ou Arteixo, son 18», afirmó el propio Barco Añón.
A su vez, reconoció que «o ideal sería que houbese catro ou cinco bombeiros por quenda, polo que serían necesarios uns 25 en cada posto».
Sin embargo, la solución no está clara. Por el momento, impera el contrato vigente que regula el actual concurso de gestión. Al igual que los sindicatos, Barco Añón afirmó que «estamos nun impás. A xestión directa pode ser unha solución, pero aínda non está definido. Mentres, eu pelexarei para conseguir que se aumente o persoal».