Con el ojo siempre puesto en el fondo del mar

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Oceana / Juan Cuetos

Tras inmortalizar la riqueza de las rías gallegas, se ha trasladado con sus equipos al mar del Norte

13 ago 2017 . Actualizado a las 10:23 h.

El auge de las nuevas tecnologías y, con ellas, de las redes sociales, ha disparado el número de fotógrafos aficionados. Basta tener delante de los ojos un hermoso paisaje o un impactante suceso para orientar el teléfono móvil, inmortalizar el momento y lanzarse a la captura de me gustas. Pero el gran reto sigue estando en convertir en arte lo cotidiano. Quién diría que los tentáculos de un pulpo meciéndose al ritmo de las olas, el costado de una raya o el ojo de un alitán podrían dar pie a creativas instantáneas merecedoras de prestigiosos premios. Jorge Candán asumió hace años este desafío y su trayectoria, en la que figuran varios galardones, demuestra que logró superarlo.

Echando la vista atrás, a sus comienzos como documentalista subacuático, señala que fue la fusión de tres pasiones, fotografía, biología y buceo, la que lo llevó a dedicarse a una profesión, cuando menos, poco común: «Con estos componentes no era difícil acabar haciendo fotografía submarina, aunque luego me adentré también en el ámbito del vídeo». Eso sí, no duda en reconocer que, en aquellas primeras inmersiones ni siquiera soñaba con poder dedicarse profesionalmente a ello: «Intentar vivir de esto era impensable, pero a medida que fui consiguiendo premios y recibiendo encargos pensé, ¿por qué no intentarlo? Tras meditarlo, dejé mi trabajo, asumiendo que podría no salir bien».

En el mar del Norte

Pero Jorge Candán se lo jugó todo a una carta y ganó. Asegura que el Campeonato del Mundo de Vídeo Submarino que logró en el 2010 fue el galardón que le hizo más ilusión, pero añade a la relación de sus distinciones preferidas las obtenidas en el Festival Mundial de Imagen Submarina de Antibes, en el certamen de San Sebastián y, sobre todo, en los Premios Descartes de la Unión Europea, dirigidos a la divulgación científica.

Rememora los mejores momentos de su trayectoria estando involucrado en un importante proyecto. De la mano de Oceana, una fundación internacional dedicada a la investigación y la divulgación, se encuentra en el mar del Norte filmando la riqueza de sus aguas con la ayuda de un robot submarino. Encantando con lo que está haciendo, asegura que, a veces, lo importante está a la vuelta de la esquina, aunque pase desapercibido: «Las rías gallegas tienen una riqueza biológica que aún está por divulgar. Por fortuna, parece que se empieza a notar un deseo de conservación en la sociedad. Hace poco era impensable que una empresa de las muchas que viven de los recursos del mar le devolviese algo, pero Frinsa inició este cambio con un documental de divulgación de la naturaleza de la costa gallega».

Este gran conocedor de los tesoros que esconden los fondos marinos está convencido de que dar a conocer esta riqueza constituye el primer paso para que se valore y se proteja. Son tantas las fotografías que lleva realizado bajo el agua que le cuesta compartir su preferida: «Probablemente, el primer plano que grabé de un pulpo o la primera foto de una manta diablo en aguas tropicales».

Candán asegura que no hay secreto para lograr buenas imágenes submarinas, que vaya más allá de contar con los conocimientos técnicos adecuados y los sofisticados equipos que requiere esta actividad; eso sí, comparte un consejo para todo aquel que quiera emularlo: «Hay que tener mucha paciencia y esperar el momento adecuado, ya sean minutos, días o semanas».

Próxima vuelta a casa

A la hora de analizar el futuro que le espera, se muestra bastante conformista, siempre y cuando el destino le permita seguir realizando su gran pasión: «No tengo grandes pretensiones, simplemente, seguir viviendo y disfrutando de lo que me gusta y que mi trabajo siga convenciendo, aunque probablemente una cosa sería difícil sin la otra».

Cuando termine la expedición de dos meses por el mar del Norte, Jorge Candán regresará a casa con el propósito de volver a sumergirse en sus aguas preferidas: «Me gustaría comenzar con un documental que llevamos un tiempo preparando y que tiene que ver con las rías gallegas. Reflejará la visión que tenemos del mar como consumidores». Él buceará para que todos puedan ver lo que el mar esconde.