Dos décadas promocionando el grabado

La Voz

BARBANZA

MARCOS CREO

El Liceo noiés exhibe una selección de las obras realizadas durante los 22 años de historia del taller de Alfonso Costa

06 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una conversación entre el entonces presidente del Liceo de Noia, José Moas, y el artista Alfonso Costa dio pie, hace 22 años, a la puesta en marcha de un taller de grabado que hoy sigue siendo una de las actividades punteras de la sociedad. Esta entidad había comprado un tórculo y decidió darle el mejor uso posible: ponerlo a disposición de los noieses interesados en descubrir los secretos de una de las disciplinas artísticas menos conocida.

Desde entonces hasta ahora han sido muchos los alumnos que se han sumergido entre ácidos y tintas para realizar obras empleando las técnicas de la calcografía, la punta seca o el aguafuerte. Una treintena de esos trabajos realizados a lo largo de las dos últimas décadas bajo la supervisión de Alfonso Costa cuelgan en estos momentos de las paredes de la sala de exposiciones del Liceo de Noia, donde permanecerán hasta finales de mes.

Realzar la actividad

El objetivo, tal y como explicó el presidente de la sociedad, Óscar Prego, es darle un impulso a una actividad que en estos momentos sufre un parón estival, pero que regresará en octubre: «O curso pechouse con media ducia de alumnos, pero gustaríanos que comezara de novo con máis».

Además de iniciar en el mundo del grabado a un buen número de noieses, por el curso del Liceo pasaron artistas de renombre como Ana Cambeiro, Rosana Calvo y Antoñeta Castro. De hecho, algunas de las obras realizadas en dichas clases se exhiben actualmente en la Biblioteca Nacional de Madrid, a donde fueron a parar en calidad de cedidas.

Óscar Prego incidió en que se trata de una actividad que está abierta todos los vecinos, tanto artistas consagrados como personas que quieran iniciarse en el mundo del grabado: «Nós poñemos o local, o tórculo, os ácidos, as tintas e os mestres. Aqueles que desexen sumarse có teñen que achegarse ao Liceo coa prancha, o papel, o lapis, o punzón e, como non, ilusión e gañas de traballar», apuntó el presidente.