Tito Concheiro ejerció de guía en la subida a la Pedra da Moa, que contó con la participación de 35 aventureros
16 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Hay personas que marcan la puesta en marcha y la trayectoria de asociaciones, y por eso resulta casi imposible que caigan en el olvido. Manolita, una de las promotoras del colectivo Pedramar, falleció a comienzos de año, pero la noche del viernes cobró de nueva vida en el local multiusos del puerto de O Sinal. Numerosos vecinos abarrotaron el edificio para inmortalizar su legado, en el que figura un grupo de teatro del que fue impulsora.
Con este sentido homenaje arrancó la novena edición del Encontro Monte Pindo, un ciclo que pretende poner en valor el Olimpo Celta. Sobre Manolita habló también el arqueólogo Tito Concheiro después de hacer un recorrido por la historia de estas jornadas. Recordó que fue precisamente ella la que lo llamó un día para impartir una charla sobre los tesoros que esconde el monte Pindo y, desde entonces, acude cada año.
También tuvo palabras de recuerdo para la homenajeada Toño González, el presidente de Pedramar.
Ayer, de la mano de Tito Concheiro, 35 personas subieron hasta la Pedra da Moa. Previamente hicieron paradas en O Pedrullo, donde se alzó un castillo en el pasado; Chan de Lourenzo, zona minera; y Chan da Hermida, donde existió una capilla que dio pie a una gran romería.
Colofón por mar
El Encontro Monte Pindo llegará hoy a su fin con dos rutas, está vez, por mar, también guiadas por Tito Concheiro. Las salidas tendrán como destino las islas Lobeiras. Luego habrá un comida de confraternidad.