El capitán ordenó en alta mar arrojar a cuatro personas que viajaban clandestinamente
15 jun 2017 . Actualizado a las 08:04 h.A estas alturas del 2004 estaba atracado en el muelle ribeirense el Wisteria, un buque mercante que hizo visible el drama de los polizones. Nada más tocar tierra, uno de los integrantes de la tripulación denunció que el capitán había ordenado tirar por la borda a cuatro personas que viajaban clandestinamente en el barco. La noticia situó a Ribeira en el ojo del huracán mediático, pues el incidente llegó a tener repercusión a nivel internacional.
Pero lo cierto es que el desenlace de este trágico suceso nunca llegó a conocerse. Agentes de la policía nacional detuvieron al capitán del congelador y los tripulantes tuvieron que prestar declaración, pero el juzgado de Ribeira acabó archivando las diligencias, argumentando que los hechos habían tenido lugar fuera del territorio nacional. También la Audiencia Nacional se declaró incompetente. La Comisión de Ayuda al Refugiado recurrió, aunque con pocas esperanzas, a las autoridades de Panamá, donde estaba registrado el barco, y de Mauritania, de donde había salido.