Peleará los días 24 y 25 de junio por ser el mejor combatiente español de kick boxing en su categoría
18 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Diego Hermo se proclamó a principios de mes mejor luchador gallego de kick boxing, en la categoría de menos de 60 kilos, y ahora se está ejercitando para llegar en las mejores condiciones al Campeonato de España, que se desarrollará los días 24 y 25 de junio en Oviedo. «El 3 de junio, en O Barco de Valdeorras tenemos un combate de preparación y el 17, en Ponferrada, lucharemos contra el campeón portugués de mi peso», comenta el noiés, que también asegura que: «Estoy muy motivado y vamos a darlo todo en el torneo nacional».
Hermo afronta ilusionado lo que será su primera aparición en la cita estatal, aunque sabe que «habrá gente con muchísimos más combates a sus espaldas y experiencia que yo. Va a ser complicado, pero, pase lo que pase, seguro que se lo voy a poner difícil». El luchador noiés llegará a Oviedo reforzado, después de haberse subido a los más alto del podio en el torneo gallego, que, además, fue el primero en el que participó: «Ganamos la semifinal contra un rival duro, que entrena en el prestigioso gimnasio de Iago Barros. Por la noche, y a pesar de lesionarme los empeines en el combate anterior, disputamos la final contra Noel Pita, un peleador muy duro y técnico. Luchamos con inteligencia, seleccionando y apuntando bien las patadas, ya que sentía dolor en los pies y tenía que golpear con la tibia. Fue un día perfecto, ya que también era mi cumpleaños».
Sacrificio y dedicación
Los luchadores «nos sacrificamos mucho y somos muy disciplinados», indica Hermo, que lo demuestra día a día en su preparación para el Campeonato de España. De hecho, todavía continúa con molestias en los empeines a consecuencia de la lesión sufrida en el torneo autonómico: «Llevo diez días sin pegar patadas y poniendo hielo y el dolor no acaba de pasar. Ahora solo estoy boxeando».
A pesar de que no se encuentra al cien por cien físicamente, el noiés no se excusa en ello y viajará a Asturias «con muchas ganas y esperando realizar un buen papel en mi debut».
Los comienzos
«Siempre admiré mucho a mi padre (Moisés Hermo) por haber sido campeón del mundo y desde pequeño soñé con ser como él y emular sus logros», comenta Diego Hermo, que se interesó por las artes marciales muy joven pero no fue hasta los 18 años cuando empezó a entrenar: «Comencé en Santiago. Fui a vivir allí con mi tía por estudios y me inicié en un buen gimnasio dirigido por José Antelo», explica el noiés, que apunta que «mi padre trabajaba en el extranjero y cuando se enteró quiso entrenarme él». Diego admira a Moisés: «Técnicamente tengo al mejor preparador del mundo», y también agradece el trabajo de Tono da Silva y Santi Kiyo.
Por otra parte, el peleador de Noia se alegra de que cada vez más gente se anime a probar su deporte, aunque no compita, y que su club siga creciendo.