El Noia saca un ascenso en la desgracia

BARBANZA

MARCOS CREO

En un duelo en el que Jon terminó con la nariz rota y Tachi expulsado, los goles de Toni y Nando valieron el ascenso a Tercera y el título de campeón de grupo

03 may 2017 . Actualizado a las 08:36 h.

Comentaba el presidente del Noia, José Manuel Caamaño, que a principio de temporada, tras la incorporación de 16 jugadores y un nuevo entrenador, el objetivo era mantenerse en Preferente, pero ayer, con la miel en los labios, hablaba de lo bonito que es la Tercera, de lo bueno que es para la afición y la villa regresar a una categoría que se perdió el año pasado y, además, ser campeón de liga a falta de cuatro partidos.

El doble triunfo hizo posible olvidar un partido que más pareció un «parte de guerra», porque se sacaron diez tarjetas ?cinco para cada equipo?, hubo un tabique nasal roto y una expulsión, a lo que se sumó una tarde gélida en lo climatológico, no así en el apoyo de la afición.

Y fue el inquilino de San Lázaro el más perjudicado, justo en su gran día, porque se puso por delante con 2-0 en un pispás, lo que pudo provocar cierta relajación en los jugadores locales, que vieron como la presión de un intenso Betanzos quedaba echa añicos en un cuarto de hora. La mala fortuna quiso que llegara el 2-1 siete minutos después, tras una falta lanzada desde la frontal del área, que paró Pajarillo, dio en el palo y el rechace fue aprovechado por el visitante Sergio para sacar petróleo de entre el puñado de piernas que trataban de hacerse con el esférico.

Tras el descanso, los betanceiros se fueron arriba, y de lo que pudo ser el 3-1 llegó el empate, al aprovechar los rivales que el Noia jugaba con nueve, tras la rigurosa expulsión de Tachi y el codazo que recibió Jon y que le rompió la nariz, acción que para los locales era una clara expulsión, que no fue considerada por la trencilla.

El Betanzos se dio por satisfecho y el Noia empezó la cuenta atrás que supuso firmar de una tacada el ascenso a Tercera y el campeonato de liga, con fiesta en la grada, en el terreno de juegos y en el vestuario.