Mazaricos fue símbolo de unión

xoán r. alvite MAZARICOS / CORRESPONSAL

BARBANZA

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Vecinos procedentes de diez parroquias participaron en una emotiva Vigilia, con guiños hacia el medio ambiente

17 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay acontecimientos bonitos de ver. Situaciones que invitan a sentarse y disfrutar del espectáculo sin más pretensiones que las de observar y gozar. Celebraciones que, por su gran vistosidad, trascienden incluso el ámbito propio al que se circunscriben. La Vigilia Pascual que se celebró en Mazaricos, a última hora del sábado, fue uno de estos momentos. Bien sea porque la hora no resulta la habitual para un acto religioso -empezó a las diez y se prolongó hasta la medianoche-, bien porque el recinto estaba a rebosar de gente al juntarse los feligreses de diez parroquias del municipio o bien porque el guion, la escenografía, el coro y los cientos de cirios ardiendo en plena oscuridad invitaban al sobrecogimiento.

El cura, Xosé Manuel Pensado, tuvo mucho que ver en el encanto de una celebración, por momentos poco ortodoxa, en la que incluso hubo lugar para el recuerdo -se nombraron en las letanías- de personajes tan relevantes como Gandhi, Martin Luther King o Helder Cámara, el conocido como obispo de los pobres. Por supuesto, también se nombró a los patronos de todas las parroquias participantes y se agradeció el trabajo de las personas y entidades que colaboraron en las celebraciones. Hubo incluso un aplauso unánime para los jóvenes que este año van a confirmarse y que participaron de forma muy activa en todos los actos de la Semana Santa.

Ecología integral

La homilía trató sobre la necesidad de colaborar y trabajar en conjunto independientemente de las ideologías y creencias de cada uno. Tanto en el altar, decorado con motivos florales y frutos del campo, como en toda la celebración hubo guiños constantes a la última encíclica del Papa Francisco, Laudato sí, en la que acuña el término «ecología integral» y hace especial hincapié en el compromiso que debe tener la Iglesia en la conservación ambiental.

Casi dos horas que dieron para mucho y que culminaron con una gran chocolatada en la que, en un ambiente lúdico de unión, también se celebró la Resurrección de Cristo que, a fin de cuentas, era de lo que se trataba. Aunque, visto lo visto y dejando a un lado los siempre personales asuntos de la fe, bien podría decirse que la Semana Santa se cerró en Mazaricos por todo lo alto con un espectáculo al que, al menos una vez, deberíamos asistir todos.