El terror surgido como resultado de la desesperación por encajar

víctor rodríguez

BARBANZA

cedida

Julia Ducournau debuta con fuerza mostrando el problemático paso a la adultez de la protagonista

17 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

2016 • Francia, Bélgica • Julia Ducournau • Garance Marillier (Justine), Ella Rumpf (Alexia), Rabah Naït Oufella (Adrien) • Las películas que selecciono no están hechas para entretener. No buscan enriquecer ni a la gente implicada en su realización, ni a las compañías que la producen, ni a los cines que las muestran. Son obras de calidad cinematográfica que buscan perdurar en la mente más allá del tiempo de visión. Por la temática tratada y/o por la forma de afrontarla. Por eso me sorprende que, como ya sucedió con La Bruja (Robert Eggers, 2015), la ópera prima de Julia Ducournau la distribuya en España una grande (Universal Pictures).

Que ambas se encuadren en el género de terror es la explicación. Es un formato que permite visionar a la vez dos películas diferentes, dependiendo del cerebro que la reciba, y el momento en que lo haga. Siendo una obra cinematográfica la misma hasta la eternidad, es la gente la que cambia. En una época verás El exorcista (William Friedkin, 1973) como una cinta de terror, y en otra asistirás a un enfrentamiento de la ciencia con la creencia, a la que le sobra incluso las escenas de pavor.

Premio Fipresci en el Festival de Cannes por ser «un impresionante debut con un férreo lenguaje visual », Crudo muestra una oscura historia sobre el problemático paso de la niñez a la adultez, utilizando temas de las películas de terror para expresar la soledad y el despertar sexual, de una adolescente.

El argumento

Justine (Garance Marillier) es una joven vegetariana que, después de aprobar con grandes calificaciones la escuela superior, comienza su andadura académica en una de las mejores escuelas de veterinaria de Francia junto a su hermano Adrien (Rabah Naït Oufella). En un principio, sus compañeros de carrera no saben de la filosofía gastronómica que lleva Justine, hasta que Alexia (Ella Rumpf) se entera y decide obligarla a comer carne una y otra vez. Un ritual que se repite casi a diario hasta que, para su sorpresa, Justine comienza a experimentar una necesidad interna tan fuerte que llega hasta el punto de comerse la carne cruda en cualquier momento del día. No le importa el tipo, solo quiere calmar sus ansias.

Premiada en festivales internacionales de la altura de Gante, Londres (Sutherland Trophy al más original e imaginativo filme) y Sitges (Mejor Película Europea y Premio Citizen Kane a la Mejor Dirección Novel), muestra las terribles e inesperadas consecuencias de las acciones de Justine, desesperada por encajar cueste lo que cueste, cuando su verdadero yo comienza a emerger.