Tres generaciones se unieron al grito por la igualdad en Barbanza

BARBANZA

MARCOS CREO

Las que abrieron paso y las que todavía lo siguen haciendo fueron reconocidas por adultos y menores

09 mar 2017 . Actualizado a las 05:10 h.

Tres generaciones se unieron en un mismo grito por la igualdad de género en Barbanza durante el Día Internacional de la Mujer, en el que se reconoció el mérito de aquellas que se encargaron de abrir el camino en una sociedad machista y el de las que siguen peleando contra los roles en el ámbito laboral, social y familiar.

El homenaje en Ribeira fue para la asociación de Amas de Casa, en representación de todas las que trabajan y ejercen como pilar en sus hogares a diario, muchas veces sin obtener su justo reconocimiento. Se distinguió a las más veteranas, siendo la decana de todas ellas Consuelo, de 101 años.

También en Muros se agasajó a las mujeres de mayor edad del municipio (Balbina Eiras, de Tal, a sus 97 años al frente), en algunos casos representadas por sus familiares porque su estado de salud les impidió asistir. Recibieron cada una un barco de vela, elaborado con mimbre por los alumnos del centro de ocupación de Valadares. Y en Noia todos los honores recayeron sobre Elena Batalla Tubío, como la primera presidenta de la agrupación de profesionales de marisqueo a pie A Misela.

Derribando barreras

Pero también tuvieron su papel principal en la celebración del 8 de marzo las barbanzanas que siguen derribando barreras. En muchos centros educativos contaron con el ejemplo de mujeres que han elegido profesiones tradicionalmente masculinas. En el colegio de Monte Carmelo fue la lanzadora de jabalina Lidia Parada y en el de O Grupo, dos de las agentes de la Policía Local ayudaron a romper estereotipos entre los menores, quienes se armaron de pancartas para reivindicar que ellas también pueden llegar a ser lo que se propongan.

En Boiro los alumnos del IES Espiñeira combatieron las desigualdades a través de varios trabajos audiovisuales. En Rianxo los estudiantes del Félix Muriel se valieron de la palabra y un mural artístico, al igual que el creado por Boiro Novo y que itinerará por el municipio. De luto se vistieron en algunas de las concentraciones secundadas en la comarca, como en el IES de Porto do Son, mientras que en otros, como el Leliadoura, se dedicó un minuto de silencio a las víctimas.

Cada cual a su manera, desde los niños de infantil hasta las centenarias de Barbanza, se unieron en la reivindicación de la igualdad para que en el futuro el 8 de marzo se convierta en la celebración de todo lo avanzado y no de lo que queda por conseguir.