Un cable metálico arrastrado por un bus causó un herido y daños en el centro de Muros

J.?M. SANDE MUROS / CORRESPONSAL

BARBANZA

JOSE MANUEL SANDE

El cabo procedía de un barco y se enganchó a un autocar que lo llevó durante más de mil metros por el centro de la villa

07 mar 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

Un inusitado incidente despertó en la mañana de ayer la curiosidad de los vecinos de la villa de Muros que, sobre las diez y media, transitaban por el entorno de la fachada marítima. Y es que un vehículo de la empresa Monbus arrastró desde la lonja, a lo largo de buena parte de la localidad y durante un trayecto aproximado de unos mil metros, el extremo de un cable metálico de los empleados por los barcos de arrastre. Afortunadamente, el inesperado incidente se saldó con un único herido y la rotura de una señal de tráfico, que fue seccionada por la base.

Al parecer, el autobús, estacionado en la explanada portuaria, inició la maniobra de cambio de sentido para desplazarse en dirección a Noia, circulando sobre el citado cable metálico, al igual que muchos vehículos suelen hacer en esa zona a diario. Por causas inciertas, el alambre debió engancharse en los bajos del vehículo haciendo un lazo que no se soltó a pesar de la fuerza que hizo el transporte a medida que avanzaba. El conductor no se percató del incidente y prosiguió su marcha, hasta que a la altura de la antigua fábrica de Sel se dio cuenta de que arrastraba el cable desde la zona portuaria.

Dedo roto de un pie

La maniobra fue vista por el gerente de las máquinas expendedoras de bebidas que hay en la lonja, Santiago L. V., quien intentó a gritos avisar al chófer de que arrastraba el cable hasta que el cabo impactó de forma violenta en uno de sus pies para tirarlo al suelo. La víctima fue trasladada al centro médico de la villa, donde se le apreció, al menos, la rotura de uno de los dedos de un pie, por lo que fue derivado a un hospital compostelano. Pese al golpe, el herido señalaba, tras recibir asistencia médica: «Tiven moita sorte, a lesión puido ser moito maior, tanto polo golpe da malleta, como ao caer sobre a explanada».

Al poco de empezar a tensarse el cable también se percataron de lo que ocurría los marineros del barco Mar da galega, al que estaba anclado. De hecho, estos profesionales, justo cuando el bus empezó a tensar el cabo, estaban intentando meterlo a bordo del navío. «Tratamos de que non fixese firme para evitar que se tensionase moito a malleta, pero non puidemos facer máis, e o cable comezou a estirarse arrastrado polo coche sen que chegara a romper, e antes de que rematase todo o roio da malleta, cesou o arrastre». Fue entonces cuando los marineros comprobaron que el cordón metálico había llegado hasta la antigua fábrica de Sel, a algo más de un kilómetro de distancia.

Alivio por el balance final

Los vecinos que presenciaron el percance se alegraban de que el balance de daños y personas heridas no fuese mayor, debido sobre todo a que el arrastre producía un gran estruendo, circunstancia que alertaba del peligro a los viandantes y les hacía alejarse de las proximidades del cable. La policía portuaria y agentes locales, así como operarios del GES, participaron en las tareas para ordenar el tráfico y retirar la cuerda metálica, aunque la normalidad circulatoria no se restableció hasta pasado el mediodía.

El percance, catalogado por las personas que lo presenciaron de imprevisto, fue valorado por personal que trabaja en el puerto de insólito: «Nunca pasou nada igual, aínda que era previsible. Nós precisamos o peirao para preparar os aparellos, e cada día vemos como os coches pasan sobre eles. Non é a primeira vez que se engancha un cable, pero nunca coma o acaecido hoxe -por ayer-. Haberá que ter en conta no futuro a posibilidade de novos accidentes pola mesma circunstancia, aínda que non somos quen de propor a limitación de tráfico no peirao, algo haberá que facer para evitar máis accidentes coma o de hoxe».

La regidora, María Xosé Alfonso, preguntada por la posibilidad de que su equipo de gobierno plantee alguna solución, declinó hacer cualquier valoración.

Profesionales del puerto reclaman medidas para que percances de este tipo no se repitan