La madera quemada y arrancada por el viento en Barbanza satura el sector

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Las empresas no compran nuevos lotes y los troncos afectados copan los montes

02 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector maderero en Galicia está saturado. El problema es que el producto que llega a las empresas es de mala calidad, y el precio que se obtiene está por debajo de su valor real. El escenario afecta de lleno a las comunidades de montes de la comarca, sobre todo a las que se vieron afectadas por los grandes incendios del verano pasado. A esto hay que añadir los cientos de troncos que, el mes pasado, fueron arrancados por el tren de borrascas que arrasó la comarca, y que tampoco pueden ser retirados al no haber comprador.

A este escenario negativo hay que añadir una circunstancia que contribuye todavía más a su empeoramiento. Y es que la gran empresa maderera de la provincia esta en un proceso de reforma interno, y recoge una cantidad de madera muy por debajo de su capacidad habitual. Basta como ejemplo decir que, el pasado mes, los comuneros de Xuño vendieron un lote cuyo precio mínimo osciló entre los 15 y los 20 euros. Si el sector trabajase en circunstancias normales ese valor aumentaría en 10 euros.

Los particulares

Explican los comuneros consultados en varias entidades de Porto do Son que la mala situación no ha tocado fondo. Hasta la fecha se ha talado, principalmente, la madera afectada que pertenece a particulares, por lo que todavía falta por cortar la que poseen las comunidades de montes, situación que puede colapsar todavía más un sector por sí solo saturado. En Xuño lo explican de forma elocuente: «El problema es que se corta más madera de la que se consume, la producción normal se ha disparado con los árboles quemados y afectados por temporales, y las empresas no tienen capacidad para absorber todo ese producto».

La única firma que sigue adquiriendo gran cantidad de material es Ence, explican los mismos comuneros sonenses consultados, que añaden que la afectada por los incendios no les interesa, y las pocas firmas que podrían comprar la quemada la pagan a un precio tan bajo que a los comuneros no les compensa asumir los costes que implica la realización de la tala.

En el caso de Caamaño ya se comenzó a cortar parte de la madera, y en Xuño está previsto que se empiece el mes que viene, aunque el sector no pronostica que la situación vaya a mejorar, por lo que los troncos que sean cortados pueden pasar una buena temporada apilados hasta que alguien los adquiera.