Wyoming fue solvente ante las ánimas

Ramón Ares Noal
MONCHO ARES RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Abarrote en la meca barbanzana de la música en directo para ver al polifacético madrileño

27 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Se esperaba con expectación la actuación del Gran Wyoming y Los Insolventes en A Pousada das Ánimas. Ya se sabe que José Miguel Monzón Navarro es casi de todo: humorista, presentador de televisión, actor, escritor e, incluso, médico, y hasta columnista, y en los tiempos que corren, en los que es uno de los informadores que más fustiga a la clase política, su figura se agranda en la proporción de los escándalos, por eso se intuía un lleno en el epicentro barbanzano de la música en directo, y él y sus músicos desmintieron al nombre artístico porque se expusieron con solvencia ante el numeroso público que llenó el local de Suso Santamaría y que cantó y bailó las canciones, la mayor parte, versiones de otros autores.

Como casi todo aquel que se adentra en A Pousada se convierte en un ánima, el Gran Wyoming ya tenía algo de eso, no en vano acudiera a Boiro con motivo de la inauguración de la estatua de Javier Krahe, figura de bronce que permanece a las puertas del establecimiento y que en la noche del sábado de carnaval probablemente siguió con leves toques del metalizado pie los sones que llegaban del interior.

Valoración del público

Dentro, José Miguel Monzón y Los Insolventes mantuvieron a raya al público ávido de ritmo, asistencia que, como en los toros, no fue unánime a la hora de valorar la actuación, aunque no hubo duda en el termómetro de la diversión.

José Miguel Monzón ya regaló su presencia a los boirenses el día anterior, cuando llegó a la villa y en la que se dejó ver por los locales de la movida durante la noche, siempre dispuesto a propiciar autorretratos de quienes se interesaron por inmortalizar la segunda visita del Gran Wyoming a la otra casa de su amigo Krahe, quien seguramente le estará eternamente agradecido si repite regularmente.