Arqueólogos de Baroña: «La inversión siempre se ha quedado corta»

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Álvaro Ballesteros

El castro sonense fue el protagonista de una jornada monográfica organizada por el Consello da Cultura

24 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El castro de Baroña fue ayer el protagonista de una jornada monográfica organizada por el Consello da Cultura Galega en la que intervinieron tres de los responsables de las últimas intervenciones en el yacimiento arqueológico sonense. Sobre el resultado de las mismas y los próximos pasos a dar habló Yolanda Álvarez González, quien señaló que, aunque hay varias vías para la financiación de trabajos y distintas instituciones dispuestas a aportar dinero en un destino que recibe una media de 100.000 personas al año, «la inversión hasta ahora siempre se ha quedado corta».

De ahí que la próxima intervención en el castro deberá ser, «por necesidad, de mayor envergadura» y contar con un equipo multidisciplinar, indicó Yolanda Álvarez. La arqueóloga explicó que, al margen de pequeños sectores de menor superficie entre las cabañas, solo queda por investigar el lado norte de la muralla y la zona interior, en donde «los trabajos de restauración e intervención son complicados, porque hay que acceder a los cimientos y, no nos engañemos, la excavación supone la destrucción, por lo que conlleva una gran responsabilidad, ya que solo se puede hacer una vez», añadió.

Últimos descubrimientos

En cuanto a los resultados de la última campaña, el equipo responsable destacó que con ella se han abierto «nuevas vías de conocimiento hacia otros factores a tener en cuenta en Baroña» tras el descubrimiento de una escalinata que va a parar a una zona superior en donde se encuentran distintos grabados y líneas. En este momento, los profesores de la USC Marco García Quintela y César González evalúan la posibilidad de que pudiera haber un santuario.

Por otra parte, también en colaboración con un equipo dirigido por Quintela, se han realizado secuencias de muestras «que en el futuro nos van a permitir datar los sedimentos», subrayó Yolanda Álvarez, lo que supondría determinar con mayor precisión la fecha a la que pertenecen las murallas. Aunque está en estudio, todo indica que la primera de ellas corresponde a la primera fase de la Edad del Hierro.

Los más de cincuenta asistentes congregados por el Consello da Cultura también pudieron conocer de manos de otros dos arqueólogos responsables de los trabajos en Baroña, Luis López González y Ángel Concheiro, algunos detalles históricos y curiosidades sobre el yacimiento, unido en su pasado a la mística, el nudismo y fenómenos paranormales.