Serra do Barbanza reconoce que hay dificultades para la entrada de Rianxo

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Su inclusión obliga a licitar de nuevo la concesión y tampoco está claro que la planta de Servia tenga capacidad

16 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo 27 de febrero se cumplirán tres años desde que la corporación rianxeira aprobó por mayoría que se gestionase la entrada del municipio en la mancomunidad Serra do Barbanza. Antes de que la propuesta llegara al salón de sesiones, la idea la venían madurando el entonces gobierno bipartito formado por BNG y PSOE. Se solicitó información y se echaron cuentas, económicamente no suponía mayor coste para las arcas locales y el modelo de la planta de Servia, basado en el compostaje, se aproximaba más al ideario de la mayoría de los integrantes de la corporación. Después de tanto tiempo, las posibilidades de incorporación de Rianxo son más bien escasas, al menos hasta el 2023 y desde la entidad supramunicipal se reconoce la existencia de dificultades.

El regidor rianxeiro, Adolfo Muíños conoce los problemas y, de hecho, hace unos días mantuvo un encuentro con la presidenta de la mancomunidad, Teresa Villaverde, para abordar esta cuestión. Aunque nadie dice de forma tajante que Rianxo no va a formar parte de Serra do Barbanza, lo cierto es que los distintos informes así lo indican.

El primer escollo radica en la ley de contratos. Según la normativa, la incorporación de un nuevo miembro a la entidad supone una modificación de las condiciones de la concesión y obliga a sacarla de nuevo a concurso, ya que el acuerdo con la firma FCC tiene vigencia hasta el 2023.

Diversos informes

Teresa Villaverde, explica que durante estos años se pidieron distintos informes para saber si legalmente era viable dar cabida a Rianxo. Señala que el primero se solicitó al Consello Consultivo de Galicia. Fue en el 2014, antes de que ella accediera a la presidencia: «Tardou dous anos en chegar e resultaba un pouco ambiguo, aínda que a secretaria da mancomunidade consideraba que na práctica ditaminaba a imposibilidade da admisión».

A finales del pasado año se consultó al respecto a la Diputación. Su veredicto también era contrario, debido a lo establecido en la ley de contratos y, según comenta Villaverde, el asesor jurídico de Serra do Barbanza se expresó en los mismos términos.

Pero este no es el único escollo, ya que tampoco está claro que la planta de Servia tenga capacidad para absorber más residuos.

Precisamente, otro de los informes solicitados por la entidad supramunicipal iba en este sentido. Se le consultó a la firma concesionaria, FCC si acreditaba la capacidad de la planta para acoger un nuevo miembro y si garantizaba que el precio ofertado es el que está vigente en el contrato.

La respuesta de la compañía llegó hace unos días y Teresa Villaverde explica que aunque la empresa no pone pegas también indica que «la planta está colmatada». Por lo que estaría al límite de su capacidad. De hecho, sobre la ampliación de Servia ya se hablaba en el 2013, cuando comenzó a abordarse la inclusión de Rianxo. En ese momento se indicó que si se producía la entrada, las instalaciones estarían al límite.

El alcalde de Rianxo, Adolfo Muíños, está al corriente de los impedimentos, pero indica: «Pediremos unha resposta definitiva e por escrito á nosa solicitude de entrada para que podamos tomar as nosas decisións». Con la información que ha recibido sabe que son pocas las alternativas: «Á vista das respostas que nos dan, parece inviable. É unha mágoa non poder integrarnos e que se tardara tanto tempo».

La alternativa, en la que ya trabaja el Ayuntamiento, pasa por sacar de nuevo a concurso el servicio de recogida de basuras, ya que el contrato actual está prorrogado: «Nós seguiremos apostando pola recollida selectiva e pola reciclaxe».

Un largo camino con demasiados obstáculos

El 12 de enero de 1998 quedó constituida la mancomunidad Serra do Barbanza. Curiosamente, Rianxo fue uno de los concellos que integraba la comisión gestora, junto a Porto do Son, Muros, Lousame y A Pobra, ayuntamiento este último que, al igual que el rianxeiro, tampoco llegó a tratar nunca sus residuos en Servia.

Primer escollo

La oposición noiesa. El gobierno capitaneado por Rafael García expresó, en junio del 2014, su discrepancia con el hecho de que la mancomunidad hubiera aprobado la adhesión de Rianxo sin la realización de un estudio previo sobre los costes.

Previsión incumplida

Muchos trámites sin cerrar. Tras la aprobación plenaria de febrero del 2014, Rianxo preveía que a partir de abril o mayo empezaría a llevar la basura a Servia. Sin embargo, el entonces presidente de la mancomunidad, Ramón Noceda, reconocía a que faltaba que llegasen a un acuerdo los concellos de la entidad, empresa y el propio Rianxo.

la alternativa

Fin del contrato con FCC. Dos son las opciones: aguardar al 2023, cuando acaba el contrato con FCC, ya que rescindirlo ahora costaría dinero, o adjudicar a una empresa el servicio de Rianxo, algo improbable.