Trumiáns cambió el césped y los goles por el monte y el silencio

A. Parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La directiva del club, que ahora entrena y compite en Oleiros, valora negociar una reforma con las tres partes implicadas

20 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay una metáfora que explica a la perfección el pasado y el presente del que fuera el antiguo campo de fútbol del C. D. Artes es la imagen de una concentración de pequeños pinos frente a uno de sus banquillos. Ya no quedan jugadores sobre el césped, pero pareciera que Trumiáns sigue esperando su oportunidad de volver a albergar goles.

Hace casi una década que la directiva de este club ribeirense abandonó su espacio de juego, para ser acogido en el del Oleiros, donde entrena y compite actualmente. Su ubicación alejada de los núcleos de viviendas y los frecuentes robos que se venían sucediendo poco antes de dejarlo, motivaron el abandono.

Una de las características que han marcado desde siempre a esta infraestructura deportiva fue su titularidad. Fue cedido por el Concello de Ribeira en 1984, pero el terreno es propiedad de la comunidad de montes de Artes. A esto habría que sumar la competencia que poseen Costas -por su proximidad a la laguna de Carregal- y el ente gestor del parque natural de Corrubedo.

En la actualidad, el paraje se percibe como tierra de nadie. La mayor parte de las edificaciones, como la cantina o los vestuarios, se encuentran en estado ruinoso o carecen de techo. Los ladrones se han llevado desde cables y cañerías a la propia barra de la cafetería. Por si fuese poco, el vandalismo está latente en cada una de las múltiples pintadas que copan los muros del recinto.

Nuevos usos

El monte que rodeaba la instalación ha asaltado el campo literalmente. Los árboles y la maleza crecen a su antojo por todas partes, con la excepción de una sección amplia del terreno de juego. El motivo de que no crezca vegetación en esta última radica en los derrapes que realizan conductores que acuden a menudo.

A este nuevo uso habría que añadirle la práctica de deportes bélicos como el paintball o el airsoft, ya que en sus inmediaciones pueden encontrarse coberturas -como barricadas y bidones-, para estos juegos de disparo de pintura y bolas plásticas. Por último, los accesos carecen de puerta alguna.

Javier Lijó, miembro de la actual directiva del Artes, explicó que hace cinco años se reunieron con el Concello de Ribeira para buscar financiación, pero no fue posible conseguirla por las dificultades económicas de aquel entonces. Ahora barajan retomar las negociaciones con las partes implicadas para remodelar Trumiáns, pues a pesar de que están cómodos en Oleiros, el hecho de no poseer una cantina propia merma sus posibilidades de conseguir dinero.

El presidente de la comunidad de montes de Artes, Manuel Reiriz, afirmó que no tendrían problema alguno en ceder este espacio nuevamente.