El despido del exdirector de CaixaBank en A Pobra destapó la presunta estafa

BARBANZA

La destitución se produjo por su supuesta relación con una trama de subvenciones en Cádiz

18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

CaixaBank despidió a Francisco Javier Otero en mayo del 2011. El motivo fue la presunta implicación del hasta ese momento director de la sucursal de A Pobra en un presunto delito de desvío de subvenciones públicas en Cádiz, por el que Otero, a día de hoy, tiene la condición de investigado. Según se pudo extraer de las declaraciones realizadas ayer en la segunda jornada del juicio que se celebra en Santiago, a raíz de la destitución, la oficina pobrense fue escenario de situaciones incómodas entre los empleados y algunos clientes cuando estos comprobaron que los ahorros que habían invertido no figuraban en la base informática con los mismos importes que Otero, según los denunciantes, les había garantizado.

La situación fue a más. En julio, y ya con un nuevo director, la gravedad se agudizó, hasta que la entonces jefa de área encargó una auditoría, el 1 agosto, que no se realizó hasta septiembre, ya que el personal al frente de ese cometido estaba de vacaciones. Ya con el documento interno concluido, se constató la presunta ingeniería financiera que Otero habría ideado y ejecutado por su cuenta.

Uno de los testimonios más esperados era el de la jefa de área -que tuvo que abandonar la entidad a raíz del escándalo y que fue indemnizada tanto por despido improcedente como por daños morales-, quien aseguró en la sala que las irregularidades detectadas en la oficina de A Pobra eran numerosas.

La testigo reveló que el requisado de los discos duros de la oficina bancaria se hizo ante notario y con los auditores presentes. Ese mismo día se localizó en un ordenador un modelo de contrato de bateas ajeno a los que utilizaba CaixaBank, en el que, además, figuraban los conceptos «importe A» e «importe B», algo que, aseguró la testigo a preguntas del fiscal, es impropio de un banco por ser irregular.

Otras preguntas que se pudieron escuchar durante la mañana de ayer también estaban relacionadas con el sótano de la oficina de la entidad en A Pobra, en el que, ese mismo día, y con el notario y los auditores delante, se detectaron un sinfín de archivos que contenían modelos de contratos de bateas ajenos a la entidad, declaraciones de la renta que, según parece, Otero hacía por su cuenta y otra documentación relacionada con la petición de subvenciones, también ajenas a la actividad reglada de CaixaBank.

Acusan al investigado de entregar una libreta de ahorros con dinero ficticio

Francisco Javier Otero está acusado, tal y como se pudo oír ayer en la sala, de entregar una libreta de ahorros ficticia a uno de los denunciantes. En ese documento figuraría que el perjudicado todavía conservaba un ingreso de 60.000 euros hecho años atrás y que generó pérdidas que el mismo Otero, presuntamente, fue rescatando por su cuenta con dinero, pero simulando que esos ingresos eran fruto de los intereses generados por el producto, que era una deuda subordinada.

Una empleada aseguró que era Otero quien trataba con los clientes directamente

Una de las personas citadas para declarar ayer en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña radicada en Santiago es empleada de CaixaBank. Se trata de una testigo a la que, el lunes, Francisco Javier Otero señaló como una de las que trataban directamente con los clientes de la oficina de A Pobra, y que, según el mismo testimonio, se encargaba de detallarles los pormenores de los productos financieros de riesgo que a los denunciantes les generaron pérdidas en sus inversiones.

La trabajadora de CaixaBank aseguró ayer en la sala que la mayoría de los clientes perjudicados trataban en persona con el director, Francisco Javier Otero. Reconoció que algunas de estas operaciones las realizó por orden suya, pero puntualizó que ella no hizo ningún tipo de certificado falso.

El juicio oral está previsto que prosiga hoy con la presencia de los investigadores, entre otros.