A los emigrantes retornados se les atraganta el turrón

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Carmela Queijeiro

El colectivo volvió a la calle mientras suma nuevos afectados a los que Hacienda reclama hasta 24.000 euros

30 dic 2016 . Actualizado a las 08:52 h.

Después de unos meses sin aparecer por Ribeira, los emigrantes retornados eligieron el día de los Santos Inocentes para volver a la carga con sus propuestas. El colectivo no descansa en Navidad, y lo cierto es que, después de tres años en la calle, el turrón se les sigue atragantando porque no dejan de aparecer nuevos afectados. Media docena de personas han contactado con la plataforma de Arousa norte porque Hacienda les ha multado por no declarar las pensiones que cobran del extranjero, imponiéndoles además el pago de intereses.

Estas notificaciones llegaron en las últimas semanas, y a los emigrantes retornados a los que van dirigidas no les va a quedar más remedio que pagar las cuantías que les exigen, que alcanzan los 24.000 euros en algún caso. Xosé Deira, portavoz de la plataforma de Arousa norte, explicó que esos afectados ya no pueden acogerse a medidas como la devolución de los intereses y que la prórroga que se concedió a los pensionistas para que regularizasen su situación ya concluyó.

La lucha continúa

En vista de que siguen surgiendo nuevos afectados, las plataformas de retornados de Arousa norte y Muros-Noia tienen nuevos argumento para continuar su lucha en las calles reivindicando un trato igualitario por parte de Hacienda. Así que ayer, desafiando al frío, los jubilados volvieron a ponerse detrás de las pancartas para recorrer las calles de Ribeira. Esta vez, aunque menos numerosa que en otras ocasiones, la comitiva sumó un nuevo cartel con recado al ministro aprovechando la época navideña: «Emigrantes estafados, Montoro Herodes, crise ¿para quen?».

Las fiestas también provocaron que los emigrantes retornados tuviesen que buscar un nuevo emplazamiento en la plaza del Concello ribeirense porque, a esa hora, las actividades infantiles, con hinchables y villancicos sonando a todo volumen, ocuparon la zona de la escalinata en la que suelen colocarse los pensionistas. A ella volverán dentro de un mes para seguir protestando contra lo que consideran una injusticia, y lo harán otra vez al siguiente, y al siguiente, mientras tengan fuerzas para seguir denunciando su situación con silbatos, cornetas y ollas.