En el hospital de Barbanza también es Nochebuena y de cena habrá bacalao con coliflor

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La cocina del centro de Oleiros elaborará en los días festivos un menú especial para los ingresados

24 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Navidad también ha irrumpido en el hospital de Barbanza y a los pacientes que tengan que pasar la Nochebuena ingresados no les faltarán las vieiras, el bacalao con coliflor en la cena y los postres navideños. Las cocinas del centro de Oleiros prepararán un menú especial durante las fiestas para hacer lo más llevadera posible la estancia en el complejo sanitario.

En la comida de Navidad se servirá sopa de ave, empanada de zamburiñas, capón asado con guarnición y espuma de chocolate. Y, en Nochevieja habrá otro banquete a base de langostinos, cordero lechal al horno y las obligadas uvas de la suerte y turrones y polvorones variados para que la entrada al 2017 esté a la altura. Para redondearlo, en día 1 habrá sopa de ave, empanada de zamburiñas, merluza fresca con almejas y brazo de gitano.

Desde hace unos días, en la entrada del hospital comarcal hay un árbol de Navidad y un pequeño belén dentro de una urna. Incluso se ha instalado un buzón real, para que los más pequeños tuvieran ocasión de hacer llegar sus cartas a Papá Noel con el tiempo necesario para que llegasen hasta Laponia antes de la noche más esperada de este mes para los críos.

Visita de Papá Noel

Y, por si los menores no tuvieran ganas de escribir, el propio Santa Claus se presentó el jueves en carne y hueso en el centro de Oleiros para realizar una visita especial al área de Pediatría.

Se estima que este año pasarán la Nochebuena en el hospital comarcal cerca de 45 personas, que eran las que ayer permanecían ingresadas. Aunque, por estas fechas, indican desde la gerencia sanitaria de Santiago, siempre se intenta facilitar el mayor número de altas posibles, si el cuadro médico lo permite, para que los pacientes puedan pasar las fiestas en casa y con los suyos, lo que para muchos es el mejor de los regalos.

A los que se queden en el centro de Oleiros se sumarán otros 30 profesionales sanitarios a los que les corresponde el turno de noche, así como una docena de personas que, aunque no les toca guardia, deben estar localizadas por si ocurre alguna emergencia, lo que limita a muchos unirse a las comidas familiares cuando son lejos de Ribeira, ya que tienen que tener un tiempo de respuesta corto para atender a esa posible llamada.

La tradición, cuentan los médicos, es organizar la cena por unidades y plantas. Por ejemplo, quirófano y paritorio suelen juntarse para compartir los brindis, aunque es en urgencias en donde hay una mayor carga de trabajo y en muchas ocasiones es complicado encontrar un momento para el mazapán.