Excesivo castigo en Pasarón

manu otero / j.m. jamardo PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

ramón leiro

En la primera mitad los de Fredi Álvarez ataron a un Pontevedra que apenas creó ocasiones pero al que se le puso el choque de cara al transformar un penalti en el minuto 48

05 dic 2016 . Actualizado a las 12:06 h.

El granate sigue de moda en Pasarón. Ayer los de Luisito sellaron su noveno triunfo seguido en casa tras reponerse de un gris primer tiempo para golear en el segundo a un Boiro que nada pudo hacer ante el vendaval ofensivo del Pontevedra. Los de Fredi Álvarez supieron maniatar a los locales que apenas disfrutaron de ocasiones claras en los primeros 45 minutos. El 4-0 fue un excesivo castigo para los barbanzanos.

Fue el Pontevedra el primero en lanzarse a la búsqueda del gol con un disparo de Mario Barco a los doce segundos que salió desviado de la meta de Pato Guillén. Iba a ser una de las pocas aproximaciones a las porterías de ambos equipos en una primera parte que tuvo más de pelea en el centro del campo que de ocasiones de gol.

Los visitantes jugaron con descaro e incluso, según su preparador, tuvieron alguna que otra opción ante la portería rival. La primera mitad fue bastante igualada y los barbanzanos jugaron con mucho orden a la espera de un contraataque.

Balones largos

Aun sin mucho ritmo era el Pontevedra el que dominaba más mientras el Boiro se limitaba a buscar la espalda de la defensa granate con balones largos para aprovechar la corpulencia de Rubén Rivera y los desmarques de Romay y Cano.

El partido pudo cambiar de rumbo si el colegiado Rodríguez García interpretase una mala salida de Pato Guillén como ocasión clara de gol. Mario Barco fue más rápido que el meta charrúa y cazó el balón obligando a Guillén a derribarlo para evitar que avanzase hacia portería sin oposición. ¿El desenlace? Falta lateral y amarilla para el portero del Boiro.

El ariete navarro iba a protagonizar otra ocasión. Mouriño leyó el saque largo de Guillén, se anticipó a sus rivales y pasó de primeras a Mario Barco que disparó alto al primer toque desde la frontal. La réplica la iba a dar Rubén Rivera, que robó el balón, entró en el área pero disparó flojo y centrado a las manos de Edu.

El propio ariete visitante pudo hacer el primero de la tarde en una jugada anulada por fuera de juego que tampoco definió muy bien.

Así llegó el derbi al descanso con un Pontevedra más voluntarioso pero sin acierto, que tuvo en una volea que salió alta de Jacobo su última ocasión, y un Boiro replegado amenazante al contragolpe.

Defensa de tres

No le gustaba al técnico Luisito lo que estaba viendo en la primera mitad que puso una defensa de tres tras el regreso de los vestuarios. Mateu y Abel sustituyeron a Jacobo y Mouriño y el conjunto de la capital del Lérez fue otro. Más intenso y con una presión más alta. La presencia granate en el campo del Boiro fue una constante y pronto se tradujo en llegadas y goles.

Añón se fue por la banda izquierda y puso un centro en la cabeza de Mario Barco que envió a gol, pero el brazo de Catú lo impidió. Penalti que transformó Bonilla con un tiro potente a la escuadra izquierda. Tan solo habían pasado tres minutos desde la reanudación.

Con el marcador a favor, el Pontevedra estuvo aún más cómodo. En el Boiro solo Rubén Rivera, con un par de jugadas individuales inquietó a Edu. Y la sentencia llegó pronto por medio de Mario Barco que selló con un extraordinario tijeretazo un milimétrico centro de Bonilla.

Con media hora por delante, el Boiro adelantó líneas. Y los granates lo aprovecharon. A Añón le anularon un gol y Mateu tuvo la suya. Pero fueron Álex González, al resolver un mano a mano ante Guillén, y Abel Suárez, que culminó una jugada, los que redondearon el noveno triunfo esta temporada en Pasarón.

Esta derrota mete al Boiro en puestos de descenso con dieciséis puntos en su casillero. El fin de semana recibirá en Barraña a otro hueso, el Racing de Ferrol.

Goles: 1-0, min. 48, Bonilla, de penalti. 2-0, min 61, Mario Barco. 3-0, min 82, Álex González. 4-0, min 89, Abel Suárez.

Árbitro: Eduardo Rodríguez García (Asturias), auxiliado por Raúl Martínez y Andrés Díaz, amonestó a Pato Guillén, del Boiro.

Incidencias: Partido disputado en Pasarón ante unas 2.000 personas

Edu; Loureiro, Bonilla, Bruno, Trigo, Kevin, Álex Fernández, Mouriño (Mateu, 45). Jacobo (Abel Suárez, 45’), Añón, Mario Barco (Álex González, 79’)

Pato; Soto, Jimmy, Yebra (Herbert, 82’), Catú, Mateo, Axel (Marcos, 59’), Pillado, Romay (Manu Rodríguez, 65’), Cano y Rivera

Fredi: «Sobraron os últimos minutos do encontro»

El preparador del Boiro, Fredi Álvarez, estaba contrariado con la derrota. Y más aún de la forma en la que se produjo. Comentó que la primera parte fue «moi igualada e nós tivemos o control do partido». La jugada del penalti fue determinante para el desenlace del choque pues «ese gol tan rápido ao comezo da segunda metade fíxonos expoñer máis pois fomos en busca da portería contraria. Creo que foi un excesivo castigo para o que se veu no campo». Esa jugada puso el encuentro «onde quería o Pontevedra e a partir de aí cambiou».

El Boiro no se amilanó y buscó el tanto en la segunda mitad pero sobraron «os últimos sete ou oito minutos onde encaixamos outros dous goles».

Más aproximaciones

Para Fredi el resultado «é moito máis duro do que reflexa o xogo dos dous equipos pois na primeira metade non sufrimos e incluso tivemos achegamentos moi bos que non fomos capaces de materializar».

El técnico destacó «a solidez da primeira metade na que non deixamos crear ocasións aos locais».

Por su parte, Luisito acabó el partido feliz. Feliz por la victoria, feliz por saber rectificar un mal inicio y feliz por mantener Pasarón invicto. «Entrar na historia do Pontevedra e facer nove de nove, nin eu mesmo o creo. Estes futbolistas teñen un mérito tremendo», recalcó el de Teo.

Reconoció Luisito que su equipo estuvo mal en una primera parte «aburrida sen ocasións de gol, pero o partido son noventa minutos», afirmó el de Teo cuyo equipo fue mejor tras el descanso.

«Non cambiei de sistema antes do descanso porque dóeme facerlle iso aos futbolistas, a Mouriño e Jacobo téñolles un cariño especial, pero sabía que o equipo ía a mellorar, metemos unha marcha máis, fomos máis intensos sen balón e tivemos máis precisión ca pelota». Explicó Luisito que lo que buscaba y encontró con los cambios al descanso. Y al final «el resultado incluso foi curto», concluyó el técnico.