Aerotermia, la fuente de calor que empieza a abrirse paso en Barbanza

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Es un sistema de energía renovable, que saca provecho al aire exterior

23 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A los sistemas de calefacción tradicionales empiezan, poco a poco, a sumarse otros que apuestan, fundamentalmente, por energías renovables. Es el caso de la aerotermia, una tecnología que aprovecha el aire exterior para producir calor. El gasto anual que genera esta opción, menor que otras más extendidas, y el escaso mantenimiento que requiere la instalación están llevando a muchos barbanzanos a inclinarse por esta alternativa, sobre todo a la hora de equipar viviendas de nueva construcción.

El sistema de aerotermia implica, a grandes rasgos, la instalación de un equipo en el exterior de la casa, que sería el encargado de absorber el aire, y otro en el interior, en el que un intercambiador de placas transformaría esa corriente en calor. Para distribuir este calor por toda la vivienda, las opciones son varias. Suelo radiante, radiadores y fan coil -dispositivos similares a los empleados para el aire acondicionado- son los más comunes.

Una de las firmas barbanzanas que apuesta firmemente por este sistema es Boiresa, una empresa que inició su andadura a finales de la década de los 80. «Nós consideramos que nestes intres é a mellor opción, tanto para novas vivendas como para aquelas nas que teñen sistema de gasóleo pero precisan recorrer a un cambio de caldeira», explicó Ricardo Viturro, gerente y socio fundador del negocio.

E incluso hay quien apuesta por la combinación de los dos dispositivos: «Se a casa ten sistema de gasóleo, pódense aproveitar os radiadores. Só habería que cambiar a caldeira pola bomba de calor. Tamén se pode empregar a aerotermia para chegar a unha determinada temperatura e, a partir de aí, entraría en marcha o mecanismo de gasóleo, co que se conseguiría un mellor axuste do gasto».

Las cifras

El innovador sistema produce 5 kilovatios de calefacción a partir de 1 kilovatio de electricidad consumida, una relación que se dispara si se persigue una temperatura por encima de la recomendada. Según los cálculos que tiene realizados Ricardo Viturro, la aerotermia supondría en una vivienda de unos 140 metros cuadrados una factura anual de entre 700 y 800 euros, cifra a la que habría que sumar el gasto derivado del agua caliente, que iría en función del número de habitantes. Instalar los dispositivos en una casa de estas dimensiones cuesta, según el gerente de Boiresa, entre 7.000 y 10.000 euros.

Ricardo Viturro comenta que la demanda de este y otros sistemas de calefacción sufre picos en Barbanza, y está lejos de alcanzar las cifras que se registraban antes de la recesión: «Na época forte de crise baixounos o traballos un 90%, pasamos de feito de 14 a 4 traballadores. Agora non hai unha tendencia clara, vai por rachas».