El trazado previsto para la nueva infraestructura afecta a elementos patrimoniales y se plantea cómo evitarlo
15 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Siempre que comienza a hablarse de la elaboración de los presupuestos del Gobierno autonómico, entre las inversiones demandadas por los regidores de la comarca el alcalde sonense sitúa la variante de Portosín. Sin embargo, la materialización de esta infraestructura no es solo una cuestión de inversión, sino que es preciso salvar otros escollos antes de definir una partida para la nueva carretera. Ya en agosto del año pasado se daba a conocer la existencia de un informe de Patrimonio que se interponía en la tramitación de la obra, y ese problema sigue pendiente de resolución mientras se buscan alternativas que permitan desbloquear la situación.
El trazado de la variante de Portosín, llamada a aliviar de tráfico la AC-550 y acabar con los atascos que se forman en la localidad sonense en verano, afecta a elementos arqueológicos y lo que se está estudiando es la forma de evitarlo. El alcalde, Luis Oujo, señaló que dos departamentos autonómicos, Patrimonio e Infraestruturas, están trabajando en el asunto y que se plantean dos posibilidades. Una de las opciones es desviar unos metros el vial en la zona de conflicto para alejarlo de los petroglifos, y la otra alternativa que se baraja es establecer una serie de medidas de protección sobre los grabados.
Al parecer, estaría pendiente el informe de Patrimonio sobre estas posibles soluciones para tomar una decisión definitiva y desatascar la situación.