Turistas y vecinos no fueron indeferentes a la entrada en la zona histórica de Santiago de los barbanzanos
03 oct 2016 . Actualizado a las 05:10 h.Hay actividades lúdicas y altruistas que, por la nobleza de sus intenciones, se ganan al público a primera vista. El proyecto llevado a cabo por Senda XXI este año, y que culminó ayer en la plaza del Obradoiro, es uno de ellos. El Apóstol, una vez más, pudo comprobar como los barbanzanos no escatiman esfuerzos para conocer un poco más de la geografía gallega con la disculpa de plantarse frente a él y saludarlo coincidiendo, además, con una jornada de domingo soleada. Y si esta marcha, además, se hace a golpe de música gallega que resuena en la rúa del Franco antes de enfilar la emblemática plaza compostelana, pues mejor que mejor.
El trayecto de ayer constaba de 20 kilómetros y suponía el epílogo a otras seis etapas que comenzaron, en su día, en el emblemático faro de Corrubedo. La jornada de ayer comenzó en Ames, concretamente en la capilla de Santa Madalena. De allí salieron 60 personas que a lo largo del año practican senderismo y están en forma, lo que favoreció el buen ritmo del pelotón. A media mañana hubo avituallamiento a base de fruta casera, lo que sirvió para reponer fuerzas y llegar a Santiago. Antes se recorrió un margen del río Sarela y se visitó la arquitectura en piedra de la zona, como, por ejemplo, una curtiduría.
Comitiva final
A la ciudad se entró por la robleda de Santa Susana, y a las 13.30 se enfiló la calle del Franco. Allí estaban integrantes de A Misela, que con sus pancartas abrieron el desfile. Junto a ellos estaba un grupo formado por una veintena de músicos que, con el resto de personas que se sumaron al paso, formaron una comitiva de 200 personas. Lo mejor, según explicaba la presidenta de Senda XXI, Manoli Filgueira, «fue comprobar como la gente que no nos conocía de nada se fue sumando para entrar bailando en la plaza llena de gente».
Lo que parece claro es que la cabeza de Filgueira, y de las personas que se suman a las iniciativas de Senda XXI, no para. Por eso, y pensando ya el próximo año, el colectivo tiene en mente otra iniciativa que servirá para dar continuidad a la propuesta finalizada ayer, y que, sin duda, sirve para unir al pueblo de Barbanza y, ya puestos, para disfrutar del tiempo libre y de los paisajes privilegiados de esta comarca y de otras vecinas.