«El rock me ayudó a convertirme en una mujer un poco más dura»

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

S. Alonso

La vecina de Boiro logró que se giraran Melendi, Malú, Manuel Carrasco y Alejandro Sanz

28 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Su voz rasgada y llena de matices, la misma que consiguió que se giraran los asientos los cuatro coaches de La Voz, se curtió en los escenarios de Barbanza. Thais Rudiño, aunque es de Ames y trabaja en Santiago, tiene una fuerte vinculación con la zona, hasta el punto que define Ribeira como su «sede musical» y este verano acabó mudándose a Boiro, donde vive junto a su pareja.

«Tiro mucho para esta zona desde hace tiempo, porque funciona muy bien y se mueven muchos conciertos. Además, mi mejor amigo es de allí», cuenta. La cantante habla de Loren Tevra, cantautor local junto al que formó hará unos tres años el dúo Versus, especializado en versiones del pop-rock internacional y uno de los grupos más habituales de la escena barbanzana. En la rúa do Sal, Rudiño (también conocida como Thais Suki) dice tener su segunda casa, en la taberna Triskel, y en la calle peatonal de Boiro está otro de los escenarios que más ha pisado, el de A Pousada das Ánimas.

Cuenta que la vena musical «me viene de mi padre, que ya tocaba la guitarra y hacía sus pinitos como cantante», pero fue a raíz de juntarse con amigos que se dedicaban a la música cuando decidió dar el salto y, «por suerte, puedo decir a mis 30 años que llevo toda la vida sobreviviendo de la música: si no es dando clases particulares de canto, es en conciertos o como profesora en A Casa do Rock».

Thais formó su primera banda cuando tenía unos 17 años, aunque «hacíamos ruido, más que música», asegura, y siempre sintió una especial predilección por el género rock, el cual «me ayudó a convertirme en una mujer un poco más dura, al menos de puertas para fuera, porque en el fondo soy una sensible», señala entre risas.

Con la miel en los labios

El tema con el que logró encandilar a Melendi, Malú, Manuel Carrasco y Alejandro Sanz fue Whole lotta love, de Led Zeppelin. «Lo tenía bastante claro, es una de mis canciones favoritas», confiesa. No era la primera vez que la vecina de Boiro se presentaba al concurso. Ya había intentado superar la fase de audiciones del programa en la pasada edición. Entonces fue la penúltima en salir y solo había un puesto por cubrir. Aunque asegura que fue «una experiencia gratificante», se quedó con la miel en los labios.

«Me considero una mujer guerrera», dice, por lo que volvió a intentarlo y esta vez no tardó ni dos segundos en darse la vuelta el primero de los coaches, Manuel Carrasco. Y, detrás de él, fueron Malú, Alejandro Sanz y Melendi. «Es un piropazo, todo un halago, que se giren los cuatro y refuerza la fe en uno mismo», indica Rudiño, por la que se libró una batalla de cumplidos.

«Quiero la guitarra eléctrica que te sale de la garganta. Me encanta tu seguridad, tu manera de proyectar y de salir al escenario. Esto es lo que se busca», le espetó Carrasco. Malú alabó su «agresividad y fuerza en el escenario» y Melendi calificó de «maravillosa» su actuación. Al final, se llevó el gato al agua Sanz, quien le aseguró que tiene «un instrumento privilegiado que merece ser escuchado». Rudiño reconoce que fue por una cuestión sentimental por la que se fue con el del Corazón partío: «De pequeña escuchaba sus canciones en el coche de mi madre».

Desde que se conoció que entraba en La Voz ha notado cómo de repente ha crecido el interés por su trabajo. «Hay mucho ajetreo en las redes sociales y a veces siento cierto agobio, porque todo esto es nuevo», comenta, aunque consciente de que es una «oportunidad de darme a conocer». Entre sus planes a corto plazo, adelanta, está sacar un disco con Loren Tevra y otro junto a la banda viguesa Supernatural.

Currículo. Rudiño estudió Magisterio Musical en Santiago y comenzó dando clases particulares de canto, aunque ahora lo hace desde A Casa do Rock de la capital gallega. «Allí tengo mi sede laboral y en Ribeira está mi sede musical, en donde suelo dar los conciertos», dice.