As Cabezas aguantó el tipo pese a haberse quedado sin fiestas

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

dani gestoso

El templo de Fruíme registró un goteo de visitantes a lo largo de la jornada, el mayor coincidiendo con la misa solemne

19 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Difícil papeleta la que tiene que defender cada tercer domingo de septiembre Nosa Señora das Cabezas. Pese a que se trata de una santa que despierta gran devoción en Lousame, le toca competir con el Nazareno de A Pobra, una imagen que arrastra multitudes, y eso no es fácil. Aún así, la virgen de Fruíme demuestra cada año que es capaz de aguantar el tipo, aunque en esta ocasión achacó la carencia de un programa de actividades lúdicas que sirvieran de complemento a las citas religiosas.

La falta de un grupo de vecinos que se hicieran cargo de la comisión organizadora de las fiestas dejó el día de As Cabezas sin la tradicional degustación de productos populares y sin las verbenas que solían servir de aperitivo y cierre a las celebraciones. A algunos seguro que esto les sirvió de excusa para buscar un plan alternativo pero, a otros muchos, no les impidió acercarse hasta el templo de Fruíme. «É unha santa de moita devoción», se escuchaba decir a las puertas de la iglesia. Comentario al que un joven no dudaba en responder con un «pouco Pokémon e moitas Cabezas», en referencia al juego que trae de cabeza a un buen número de personas.

El goteo de fieles interesados en encender una vela, conseguir una estampa o rezar una oración fue constante durante toda la jornada, aunque la iglesia solo se llenó a la una de la tarde, coincidiendo con la misa solemne, que incluyó una breve procesión por el entorno del pétreo edificio. Fueron muchos los que portaron velas en forma de cabeza, por ser esta la parte del cuerpo de la que es abogada la santa de Fruíme, pero hay quien dice que cura todos los males del cuerpo. Se mostró convencido de ello Rosa Piñeiro, que se acercó hasta la localidad lousamiana desde San Ramón de Bealo, en Boiro. No era la primera vez que hacía llegar sus peticiones a la virgen: «Nunca fun ao Nazareno e, en cambio, non me quedo un ano sen vir a Fruíme». Acudió acompañada por otra devota de As Cabezas, Julia Iglesias Ourille, de Taragoña.

Gaitas y rosquillas

Quienes decidieron pasar en Fruíme la soleada jornada dominical, o por lo menos una parte, tuvieron ocasión de disfrutar de la nota musical que pusieron los miembros del grupo Cernadas de Castro. Y es que no hay romería sin gaitas sonando de fondo. Otro elemento imprescindible en este tipo de citas son las rosquillas, que tampoco faltaron ayer en la localidad lousamiana.

Pese a que el verano, la época de las grandes fiestas, está a punto de llegar a su fin, todavía quedan por delante varias romerías destacadas. Las próximas son Santa Tecla en Corrubedo, el viernes; A Mercé en A Pobra, el sábado; y San Campio en Outes, el día 29.